Navíos de la Armada china parten hacia Somalia para combatir a los piratas

Tres navíos de la Armada china zarparon de la isla de Hainan, en el sureste del país, hacia el Cuerno de Africa para unirse a buques de guerra de otros países en la protección contra la piratería en Somalia, en la primera misión de patrullaje naval chino fuera de sus aguas.
El contraalmirante chino Du Jingcheng, jefe de la expedición, destacó a medios locales desde uno de los barcos de la misión, el destructor DDG-171 Haikou, que la tripulación de 800 personas, 70 de ellos soldados de fuerzas especiales, tiene ‘plena confianza’ en su labor de protección contra la piratería en el Golfo de Adén.

El otro destructor, el DDG-169 Wuhan, y el barco de avituallamiento Weishanhu, integran una misión que algunos medios chinos calificaron de ‘el primer despliegue naval chino en aguas internacionales desde el siglo XV’.

El primer objetivo de los buques es ‘garantizar la seguridad de los buques que pasan por el Golfo de Adén, principalmente petroleros chinos y con otras materias estratégicas como materias primas’, dijo Du, también responsable de la flota del sur de China.

El embajador de Somalia en China, Mohamed Ahmed Awill, manifestó por su parte a la cadena de televisión CCTV el agradecimiento de su país por este envío y prometió la cooperación con los buques del gigante asiático.

‘China es miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, y hace un esfuerzo colectivo para combatir la piratería, pues ya no es un problema de Somalia, sino internacional’, añadió el embajador somalí.

El máximo órgano de la ONU adoptó por unanimidad la semana pasada una resolución del Consejo de Seguridad instando a la comunidad internacional a adoptar un papel activo en la lucha contra el problema en aumento en la costa somalí, lo que ha motivado la presencia de navíos de guerra de Francia, Italia, Grecia, Reino Unido y Alemania, entre otros países.

La presencia en aguas somalíes de China la situará como potencia marítima en una zona en la que intercambiaba hace seis siglos perlas, especias y sedas.

Después de que en el siglo XV la flota china explorara Asia y Africa bajo el mando del marino Zheng He, los barcos de guerra del país raramente volvieron a salir fuera de sus aguas, y en tiempos modernos centraron sus operaciones en sus aguas o en el Pacífico cercano, con alguna excepción y visitas de amistad a puertos extranjeros.

Los navíos chinos que han partido hacia el Golfo de Adén están equipados con misiles, cañones y armas ligeras, según la agencia Xinhua.

El ataque a varios cargueros chinos en la zona de influencia de los piratas somalíes ha motivado, sin embargo, esta inusual operación de los barcos de guerra chinos.

Un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Liu Jianchao, reconoció que el 20 por ciento de los 1.265 barcos chinos que lo atravesaron, sufrieron ataques de piratas en 2008.

El último carguero chino atacado por piratas en el Golfo de Adén fue el ‘Zhenhua 4’, liberado el 17 de diciembre gracias a la intervención de buques de otros países.

Allí, actualmente, piratas somalíes retienen al petrolero saudí ‘Sirius Star’, con crudo por 100 millones de dólares, a la espera de un rescate, en una de las muchas operaciones de robo y secuestro que han llevado a cabo.

Según el Buró Marítimo Internacional, los piratas atacaron en 2008 en el cuerno de Africa a 110 barcos y en 42 de los casos con éxito.

Según la revista estratégica especializada ‘Jane's’, la muestra del potencial marítimo de China va a ser observada con temor por sus rivales, aunque todavía le falten hasta tres décadas para construir una Armada como las occidentales.

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