Cuatro piratas asaltaron un yate turístico de lujo en la madrugada del pasado domingo en Porto-Vechio, al sur de la isla francesa de Córcega, y escaparon con un botín de 138.000 euros en una operación que duró menos de diez minutos, publica hoy el periódico 'Le Parisien'.
El grupo de hombres armados abordó el velero 'Tiara', en el que viajaban ocho turistas alemanes, diez marinos británicos, brasileños, belgas, franceses y neocelandeses, desde una lancha neumática, poco después de la medianoche del domingo.
Según las declaraciones de los turistas, que pagaban un alquiler total de 180.000 euros semanales por un crucero que había comenzado el pasado día 8 en la isla italiana de Cerdeña, los asaltantes se mostraron tranquilos, pero actuaron con determinación.
Tras colocar a los turistas y a la tripulación en el puente, los delincuentes identificaron al capitán, de nacionalidad franco-estadounidense, y le obligaron a abrir la caja fuerte en la que había 138.000 euros.
En menos de diez minutos, los piratas huyeron a bordo de su lancha neumática y, a pesar de que desde el velero pudieron avisar a las autoridades, porque los atracadores no se llevaron ni los teléfonos móviles, ni la radio del barco, la Policía no encontró la pequeña embarcación en la que escaparon.
Aún no se ha esclarecido si los ladrones habían estado vigilando al velero con bandera de las islas Caimán, que sólo había pasado unas horas en Porto-Vechio, o si se trató de un ataque al azar.
'En esta época, decenas de barcos fondean en ese sector, uno de los más reputados de la isla por su belleza. Se puede imaginar que los malhechores habían estado merodeando por allí, en medio de los yates, antes de elegir su objetivo', declaró a 'Le Parisien' una fuente cercana a la investigación.
Según las declaraciones de los turistas, que pagaban un alquiler total de 180.000 euros semanales por un crucero que había comenzado el pasado día 8 en la isla italiana de Cerdeña, los asaltantes se mostraron tranquilos, pero actuaron con determinación.
Tras colocar a los turistas y a la tripulación en el puente, los delincuentes identificaron al capitán, de nacionalidad franco-estadounidense, y le obligaron a abrir la caja fuerte en la que había 138.000 euros.
En menos de diez minutos, los piratas huyeron a bordo de su lancha neumática y, a pesar de que desde el velero pudieron avisar a las autoridades, porque los atracadores no se llevaron ni los teléfonos móviles, ni la radio del barco, la Policía no encontró la pequeña embarcación en la que escaparon.
Aún no se ha esclarecido si los ladrones habían estado vigilando al velero con bandera de las islas Caimán, que sólo había pasado unas horas en Porto-Vechio, o si se trató de un ataque al azar.
'En esta época, decenas de barcos fondean en ese sector, uno de los más reputados de la isla por su belleza. Se puede imaginar que los malhechores habían estado merodeando por allí, en medio de los yates, antes de elegir su objetivo', declaró a 'Le Parisien' una fuente cercana a la investigación.
