El presidente electo animó a denunciar e investigar las irregularidades

Putin admite anomalías en los comicios en Rusia

El primer ministro y presidente electo ruso Vladimir Putin, tras su comparecencia. (Foto: M. KLIMENTYEV)
Vladímir Putin, ganador de las elecciones presidenciales rusas del domingo, reconoció ayer que durante la votación hubo algunas irregularidades, después de las multitudinarias protestas en Moscú contra el fraude electoral.
'Por supuesto, irregularidades las hubo. Hay que denunciarlas y hacerlo de tal forma que a todos les quede todo claro', afirmó Putin, quien defendió la limpieza de su victoria 'en una lucha abierta y limpia'

Putin, que ganó las presidenciales en la primera vuelta con el 63,60 por ciento de los votos, según la Comisión Electoral Central (CEC), expresó su confianza en que las irregularidades serán investigadas por las instancias correspondientes. 'Confío en la máxima supervisión y control de la situación para que no haya ninguna basura', dijo Putin, primer ministro saliente de Rusia, durante una reunión con observadores electorales.

A su vez, calificó la negativa de algunos opositores, entre ellos el líder comunista y segundo candidato más votado, Guennadi Ziugánov, a reconocer su victoria electoral de 'elemento de la lucha política, que no tiene relación con las elecciones'. En la misma línea, el secretario de la Comisión Electoral Central (CEC), Nikolái Konkin, aseguró ayer que no espera más de un centenar de denuncias de infracciones cometidas durante los comicios. Además, negó rotundamente que el procedimiento de votación fuera del lugar de residencia fuera aprovechado para las falsificaciones, en particular para los conocidos como 'carruseles', cuando las mismas personas votan en varios colegios. 'En estos comicios votaron 300.000 personas menos que el total de quienes recibieron los cupones de votación (fuera del lugar de residencia habitual). Si hubiesen votado varias veces, difícilmente el número sería inferior', indicó.


NUEVAS PROTESTAS

Estas declaraciones se producen después de la protesta multitudinaria en el centro de Moscú, en la que los manifestantes demandaron la repetición de los comicios parlamentarios de diciembre y de las elecciones presidenciales del domingo. Más de 20.000 personas acudieron al llamamiento de los líderes opositores, pero la manifestación que recibió la autorización oficial terminó con la dispersión violenta de los presentes por efectivos antidisturbios y varios centenares de detenidos.

En este sentido, en la jornada de ayer la policía rusa detuvo a varias decenas de personas en las dos principales ciudades rusas, Moscú y San Petersburgo, en protestas no autorizadas. '¡Vergüenza!', gritaron algunos de los detenidos desde el interior de los furgones policiales. Mientras, en San Petersburgo la policía acordonó la sede del Parlamento local y procedió a la detención de varios de jóvenes opositores que se congregaron en sus inmediaciones.

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