Las autoridades de Filipinas aumentaron a 40 la cifra de muertos por las inundaciones que afectaron en las últimas dos semanas a casi un millón de personas en el este y sur del archipiélago. Siete cadáveres -entre ellos los de tres niños- fueron hallados en la isla de Samar al sureste de la capital, según el último recuento del Consejo Nacional de Coordinación de Desastres. Todos perecieron ahogados, y otras ocho personas resultaron heridas cuando una pared de agua de tres metros de altura dañó cientos de casas, derrumbó puentes y bloqueó carreteras, dejando a decenas de poblaciones aisladas.
Desde que las lluvias torrenciales comenzaron poco antes de la Navidad, les regiones más devastadas fueron el norte de la isla de Mindanao, el este de las Visayas y Bicol en la punta oriental de Luzón. La mayoría de las víctimas perdieron la vida ahogados o sepultados por las avalanchas.
