Ahora que el Concello de Ourense ha puesto en marcha el complejo de la Molinera, en su entorno todavía quedan rescoldos de la soledad y olvido de la zona. Como ejemplo, este edificio situado en el entorno del centro cívico que sirve a los jóvenes de refugio a la hora de hacer el botellón, debido a lo cual se está convirtiendo poco a poco en un basurero.
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