La afluencia de peregrinos de la Vía da Prata que se desvían a Oseira para visitar el monasterio cisterciense ha motivado a la comunidad de monjes a solicitar la creación de un albergue. En días pasados, técnicos de la Consellería de Innovación e Industria realizaron una inspección del viejo establo del monasterio con vistas a realizar un estudio de viabilidad sobre la posible ejecución del proyecto.
Técnicos de la Consellería de Innovación e Industria realizan un estudio de viabilidad sobre la habilitación de los antiguos establos del monasterio de Oseira con vistas a transformar las instalaciones en un albergue de peregrinos. Así lo confirmaron fuentes del departamento autonómico tras la reciente visita que realizaron para comprobar el estado de conservación del edificio y ver las posibilidades que ofrece para la ejecución del proyecto.
Fue la comunidad de monjes de este monasterio cisterciense quien planteó la solicitud a la Administración autonómica a la vista de los numerosos peregrinos que se desvían a diario desde Cea, en donde disponen del correspondiente alojamiento, para visitar el monasterio.
Los monjes ponen todos los medios a su alcancen para acogerlos, pero únicamente disponen de un local sin ningún tipo de servicios y en donde han ins talados unas pocas literas.
El goteo de peregrinos es diario y muchos se ven obligados a continuar hacia Lalín o regresar a Cea, a la vista de las precarias condiciones en las que tienen que dormir actualmente en el monasterio. La comunidad cisterciense pone a disposición este edificio anexo, en donde antiguamente guardaba el ganado.
Fue la comunidad de monjes de este monasterio cisterciense quien planteó la solicitud a la Administración autonómica a la vista de los numerosos peregrinos que se desvían a diario desde Cea, en donde disponen del correspondiente alojamiento, para visitar el monasterio.
Los monjes ponen todos los medios a su alcancen para acogerlos, pero únicamente disponen de un local sin ningún tipo de servicios y en donde han ins talados unas pocas literas.
El goteo de peregrinos es diario y muchos se ven obligados a continuar hacia Lalín o regresar a Cea, a la vista de las precarias condiciones en las que tienen que dormir actualmente en el monasterio. La comunidad cisterciense pone a disposición este edificio anexo, en donde antiguamente guardaba el ganado.