El Obispado todavía no se ha pronunciado sobre su destino pastoral

El cura de Piñor informa de su renuncia como edil

Antonio Fernández Blanco. (Foto: MARTIÑO PINAL)
El Obispado de Ourense confirmó que ayer recibió una copia del escrito que presentó durante la pasada semana el sacerdote Antonio Fernández Blanco en el Concello de A Gudiña para renunciar a su cargo de concejal por el PSdeG y así poder continuar ejerciendo sus funciones pastorales.
Los responsables eclesiásticos se lo habían exigido, argumentando que son puestos incompatibles, aunque en el día de ayer, tras disponer de la confirmación por escrito de la renuncia del cura a su escaño municipal, la Diócesis todavía no se pronunciaba sobre el levantamiento de la suspensión de las funciones religiosas ni tampoco sobre las reclamaciones de los feligreses de las cuatro parroquias de Piñor, que insisten en que no sea trasladado.

El anuncio en días pasados del vicario general de la Diócesis, José Estévez, sobre la posible adjudicación de otro destino en el caso de que dimitiese como concejal ha puesto en alerta a los feligreses de Piñor, que el pasado domingo se concentraron, al mismo tiempo que se negaron a asistir a misa. Al respecto, aseguraron que no volverán a participar en los cultos mientras no regrese su párroco.


LOS SOCIALISTAS

Mientras los vecinos defienden su permanencia en Piñor a la espera del pronunciamiento del Obispado, el secretario de organización del PSdeG, Pablo García, remitió ayer una carta al obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro, solicitando una reunión para que explique los motivos que le llevaron a suspender a Antonio Fernández del ejercicio del sacerdocio por haber tomado posesión como edil en A Gudiña. El socialista pretende analizar con el responsable eclesiástico 'la consecuencia de su decisión', a la vista de su renuncia al cargo. 'La organización política que represento no logra entender cuáles pueden ser los motivos por los que un sacerdote, en un Estado de Derecho, no puede compatibilizar su labor de legítima representación de los

vecinos con la tarea de sacerdote', cuestiona Pablo García, para quien ejercer como concejal supone buscar 'mejor calidad de vida y mayor y mejor bienestar de las familias' del municipio. Es por ello que el dirigente socialista demanda'una reunión o conversación' con el obispo al objeto de 'comentar y explicar las causas por las que se adopta esta decisión'.

Por su parte, el senador socialista Miguel Fidalgo insistió en que su partido 'no puede aceptar' la decisión del obispo, y anuncia su intención de recurrir, 'si hace falta', al Tribunal Constitucional para determinar que 'ni la Iglesia Católica ni ninguna otra creencia religiosa' puede privar a sus miembros de los derechos 'más elementales'.

Antonio Fernández Blanco continúa manteniendo un férreo mutismo sobre su situación, pese a haber tomado ya la decisión de renunciar a la política para poder continuar ejerciendo como sacerdote y a la espera de que el Obispado decida su destino.

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