La ausencia de controles sanitarios en el camping municipal de Carballiño ha llevado al Concello a contratar a una empresa la realización de revisiones periódicas, con el fin de evitar cualquier tipo de problema que pudiese desembocar en el cierre de las instalaciones.
El concejal de Sanidad y teniente de alcalde, Martín Nogueira, señaló que a finales del mes de mayo fue realizada una inspección por parte de técnicos de la Xunta 'y detectaron que la red de abastecimiento carecía de desinfección'. Así, el nuevo grupo municipal de gobierno dispuso de tan sólo 15 días para encargar esta tarea, 'que es obligatoria en todas los recintos de tipo deportivo y turístico', apunta el edil 'popular'.
Por este motivo, los trabajos precisaron de la intervención de una empresa especializada, que llevó a cabo la cloración del agua de los depósitos de los aseos y de los ubicados en las seis viviendas 'castrexas', así como la limpieza de todas las canalizaciones.
La misma firma empresarial ha sido contratada por un año para determinar, cada tres y seis meses, los controles obligatorios sobre la presencia de la bacteria 'legionella', que suele aparecer en ambientes húmedos y con alta temperatura.
En este sentido, Martín Nogueira lamenta que los actuales trabajadores del camping municipal no hayan sido instruidos en estos cometidos, 'ya que es necesario controlar el nivel de temperatura del agua y también efectuar su cloración'.
RESIDENTES
Por parte del anterior equipo de gobierno del Concello, el exconcejal de Turismo, Manuel Dacal, indicó que 'a nós non nos deu tempo para acometer a desinfección do camping porque viñeron as eleccións municipais'. El edil socialista, ahora en la oposición, apuntó que 'pensamos que deixamos unhas inmellorables instalacións, onde hai oito anos só había toxos e silvas, e agora temos 40 parcelas para acampada e 20 prazas nas vivendas castrexas'. El camping registró el pasado año un total de 203 residentes entre su apertura (en mayo) y el mes de septiembre, con unos ingresos aproximados de 16.000 euros para las arcas municipales.
Por este motivo, los trabajos precisaron de la intervención de una empresa especializada, que llevó a cabo la cloración del agua de los depósitos de los aseos y de los ubicados en las seis viviendas 'castrexas', así como la limpieza de todas las canalizaciones.
La misma firma empresarial ha sido contratada por un año para determinar, cada tres y seis meses, los controles obligatorios sobre la presencia de la bacteria 'legionella', que suele aparecer en ambientes húmedos y con alta temperatura.
En este sentido, Martín Nogueira lamenta que los actuales trabajadores del camping municipal no hayan sido instruidos en estos cometidos, 'ya que es necesario controlar el nivel de temperatura del agua y también efectuar su cloración'.
RESIDENTES
Por parte del anterior equipo de gobierno del Concello, el exconcejal de Turismo, Manuel Dacal, indicó que 'a nós non nos deu tempo para acometer a desinfección do camping porque viñeron as eleccións municipais'. El edil socialista, ahora en la oposición, apuntó que 'pensamos que deixamos unhas inmellorables instalacións, onde hai oito anos só había toxos e silvas, e agora temos 40 parcelas para acampada e 20 prazas nas vivendas castrexas'. El camping registró el pasado año un total de 203 residentes entre su apertura (en mayo) y el mes de septiembre, con unos ingresos aproximados de 16.000 euros para las arcas municipales.
