La máquina pulverizará 4.000 toneladas de hormigón, tras implantar medidas de seguridad extremas

La empresa de demolición del viaducto del AVE empezó a utilizar el brazo de 47 metros

Los vecinos de Pol contemplaban ayer impresionados las maniobras de la máquina de demolición más grande de la Unión Europea, que ha iniciado los trabajos en las zonas más altas de la estructura del viaducto del Arenteiro que se derrumbó el pasado 7 de sep tiembre. La empresa Usabiaga SL empezó a ejecutar el proyecto utilizando un brazo similar al de una excavadora para las partes más asequibles. Sin embargo, en la tarde del lunes conectó el demoledor grande que pulverizará 4.000 toneladas de hormigón.
La empresa vasca Usabiaga SL continúa con los trabajos de demolición de los restos que quedaron del viaducto de Arenteiro, tras el derrumbamiento que sufrió el pasado 7 de septiembre en Carballiño. Empezaba el 29 de octubre con una máquina a la que le fue acoplado un brazo similar al de una excavadora, que fue pulverizando en estos últimos días la parte de la estructura más asequible. No obstante, a media tarde del pasado lunes, la empresa enganchó a la Liebherr 974 el brazo de 47 metros de largo con el que está alcanzando las zonas más altas del viaducto.

Expectación

Este demoledor es el más grande de la Unión Europea, según habían apuntado los responsables de la empresa cuando fue contratada por la UTE FCC-Comsa para retirar la estructura dañada por el accidente.

Usabiaga LR, que se encargó de la demolición del edificio Windsor (incendiado en Madrid en febrero de 2005), hace frente al derribo de 4.000 toneladas de hormigón. En la mañana de ayer, los vecinos de Pol, en donde está situado el viaducto, asistían impresionados a las maniobras que realizaba la máquina, devorando a bocados el hormigón que caía pulverizado al suelo. Esto ocurría casi en la cima del pilar de 38,5 metros de altu ra sobre el que están plegadas dos enormes planchadas y que es sin duda el tramo que ofrece una mayor dificultad para su demolición y, asimismo, el mayor riesgo.

Por ese motivo, la seguridad establecida por la UTE es extrema, incluyendo la realización de rellenos del terreno con tierra para amortiguar los posibles desprendimientos.

Aunque los trabajos se están desarrollando a buen ritmo, de momento, se mantienen las previsiones de que se pueden prolongar durante dos meses, según cálculos iniciales de la empresa.

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