Los feligreses asisten a los cultos tras un año de obras que evitarán también filtraciones y goteras

La iglesia de Santa Comba se asegura frente a desplomes

Iglesia románica de la parroquia de Santa Comba, en el municipio de Maside. (Foto: MARCOS ÁTRIO)
Satisfacción entre los feligreses de la parroquia de Santa Comba, en el municipio de Maside, porque han vuelto a celebrar los cultos religiosos en su iglesia, ahora sin riesgo de desprendimientos, y después de más de un año en obras.
Aunque determinados actos se habían oficiado en contadas ocasiones, todavía entre andamios y con el tejado a medio hacer, siempre con el permiso del contratista responsable de la construcción, la mayor parte de las veces, las misas tenían lugar durante todo este tiempo de ejecución del proyecto en un bajo particular. Ha sido la pasada semana cuando el Concello de Maside recepcionó la obra para poder utilizar libremente la iglesia, ya sin el riesgo de desplome del tejado y sin filtraciones de agua de la lluvia, que fueron los dos motivos principales de la reparación.


FELIGRESES

Edelmiro Panadeiros es uno de los vecinos de Santa Comba, que ayer manifestaba que 'estamos moi contentos porque a igrexa, coa chuvia que entraba dentro, estábase deteriorando, pero aínda non está rematada de todo, porque a madeira do tellado quedou ó descuberto, polo que esperamos que canto antes se reanuden as obras para que quede en perfectas condicións, ademais hai que repoñer tamén algúns cristales'.

José Manuel Chao reconocía que 'eu non son moi relixioso pero penso que a igrexa é un ben patrimonial do pobo e gústame que se coide e non se abandoe'.

Las obras en la iglesia románica de Santa Comba se centraron en la cubierta que en algunos tramos amenazaba con desprendimientos, mientras los feligreses tenían que recurrir a cubos para recoger el agua de la lluvia que se filtraba. El Concello de Maside remitía a la Consellería de Cultura un proyecto, cuya financiación fue aprobada. Al poco tiempo de iniciarse las obras, quedó al descubierto una falsa bóveda, por cuyo motivo fue necesario realizar una pequeña modificación del proyecto inicial, lo que retrasó varios meses su acabado. Los trabajos se reanudaron, posteriormente, en octubre de 2011, prolongándose hasta principios del presente año.

Hasta que la pasada semana, la constructora certificaba la obra, cuyo montante total ascendió a 115.000 euros. Ahora, las autoridades municipales están a la espera de una respuesta de la misma consellería con vistas a acometer una segunda fase y rematar la parte interior del techo, en donde quedó la madera del tejado a la vista. El alcalde, Celso Fernández, confía en su aprobación.

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