Los jabalíes transitan de forma cada vez más habitual los últimos días por el casco urbano de Carballiño. Los avistamientos son cada vez más numerosos y la Policía Local ya se ha visto obligada a intervenir para ahuyentarlos. La travesía urbana de la N-541 y calles adyacentes, además de la rotonda del cruce con Martínez Avellanosa, son los últimos entornos en los que han sido vistos por vecinos y conductores.
Alrededor de las cuatro de la madrugada del pasado martes, la patrulla de la Policía Local recibía una llamada telefónica avisando de la presencia de tres jóvenes jabalíes en la rotonda de la 'casa azul'. Los agentes se vieron obligados a espantarlos para evitar que invadiesen la calzada de la carretera nacional de Ourense-Pontevedra, lo que supondría un grave riesgo para la circulación.
Sin embargo, no ha sido esta la única vez que han sido vistos, según indicaron los agentes, ya que en días pasados caminaban a sus anchas a las ocho de la mañana por la calle Buenos Aires, para atravesar a continuación la vía del ferrocarril, seguir por la la avenida Pontevedra y dirigirse a la avenida del Balneario. Un hostelero de la zona aseguró que le derribaron las mesas y sillas de la terraza.
VEHÍCULOS
De momento, no han generado ningún problema grave en el ámbito urbano, aunque ya han causado algún que otro susto a los ciudadanos que los han visto y algún conductor tuvo que detenerse en plena travesía urbana de la N-541 para que cruzase un ejemplar de gran envergadura, según informó posteriormente a la Policía Local.
El acercamiento al casco urbano es algo insólito, si bien ya no lo es tanto su presencia en el Parque municipal y en la finca de As Barcias. Además, también abundan en las carreteras de acceso a localidades como Longoseiros u otros pueblos próximos a la villa, en donde ya han provocado algunos accidentes de tráfico.
La sorprendente estampa de la presencia de los cerdos salvajes en el centro urbano no lo es en absoluto en los pueblos del entorno del medio rural, en donde son muchos los vecinos que se quejan de los importantes daños que ocasionan cada año en las huertas y en los campos de maíz y patatas, fundamentalmente.
Sin embargo, no ha sido esta la única vez que han sido vistos, según indicaron los agentes, ya que en días pasados caminaban a sus anchas a las ocho de la mañana por la calle Buenos Aires, para atravesar a continuación la vía del ferrocarril, seguir por la la avenida Pontevedra y dirigirse a la avenida del Balneario. Un hostelero de la zona aseguró que le derribaron las mesas y sillas de la terraza.
VEHÍCULOS
De momento, no han generado ningún problema grave en el ámbito urbano, aunque ya han causado algún que otro susto a los ciudadanos que los han visto y algún conductor tuvo que detenerse en plena travesía urbana de la N-541 para que cruzase un ejemplar de gran envergadura, según informó posteriormente a la Policía Local.
El acercamiento al casco urbano es algo insólito, si bien ya no lo es tanto su presencia en el Parque municipal y en la finca de As Barcias. Además, también abundan en las carreteras de acceso a localidades como Longoseiros u otros pueblos próximos a la villa, en donde ya han provocado algunos accidentes de tráfico.
La sorprendente estampa de la presencia de los cerdos salvajes en el centro urbano no lo es en absoluto en los pueblos del entorno del medio rural, en donde son muchos los vecinos que se quejan de los importantes daños que ocasionan cada año en las huertas y en los campos de maíz y patatas, fundamentalmente.
