El Concello recurre a la cetrería porque los abundantes excrementos están dañando las instalaciones deportivas

El pabellón de Maside, convertido en un dormitorio para las urracas

En primer plano, los restos de defecaciones dejadas por las urracas en el pabellón de Maside. (Foto: MARCOS ATRIO)
Las autoridades de Maside se enfrentan prácticamente todos los inviernos a un serio problema, que cada año intentan solucionar, pero sin conseguir resultados satisfactorios. Más de un centenar de urracas han elegido el pabellón de deportes como dormitorio y cada noche se cuelan por los huecos existentes entre las paredes y la cubierta para pernoctar. El hecho no supondría nada excepcional si no fuera por la abundancia de excrementos que cada noche depositan y que al día siguiente es necesario limpiar.
El alcalde de Maside, Celso Fernández, afirma que un perjuicio mayor se deriva de lo corrosivas que son las heces de estos córvidos, porque tras la limpieza queda igualmente la huella, circunstancia que obligará al Concello a pulir el pavimento dañado.

No obstante, las autoridades pretenden evitar que las aves accedan al interior antes de realizar las reparaciones. Con tal motivo, el pasado martes contrataron los servicios de la empresa Falcoeiros Galicia, de A Pobra do Caramiñal, que intentó intimidar con un halcón a las aves intrusas. Y esa noche lo consiguió, aunque los córvidos se mostraron reacios a abandonar las instalaciones e incluso se llegaron a agrupar para enfrentarse al halcón.

Sin embargo, el regreso de los córvidos en estas últimas noches apunta a que el problema todavía no ha sido solucionado. Celso Fernández declaró que si persisten en su actitud volverá a recurrir a la cetrería, porque 'o falcón non ataca, só as intimida', puntualizó. No obstante, si la medida no consigue el resultado deseado, entonces el regidor está decidido a tapar los huecos de las paredes por los que se introducen cada invierno hasta que empiezan a anidar.

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