Comerciantes, hosteleros y vecinos de la avenida Rodríguez Soto de Carballiño muestran su malestar por el mal olor que desprenden los contenedores de basura, mientras los depósitos subterráneos instalados en 2007 aún están sin estrenar.
Los contenedores de residuos orgánicos ubicados en la avenida Rodríguez Soto, junto a la Plaza de Abastos de Carballiño, desprenden un olor nauseabundo que los peatones intentan evitar cambiando de acera. Esta situación ha sido puesta de manifesto por los vecinos, hosteleros y comerciantes de esta arteria del casco urbano, xa que aquí está emplazado un hotel polo que pasan centos de turistas ó longo do ano e lévanse unha mala impresión da vila, según señalaron.
Los propietarios de establecimientos de la zona achacan los hedores o verquido de restos de peixe e carne por parte dos industriais do mercado de abastos, que incluso deixan caixas fóra dos contedores. Los afectados se dirigirán al Concello carballiñés, para que se poñan en funcionamento os depósitos construidos hai máis de dous anos fronte á praza, xa que a Xunta gastou 100.000 euros neles e aínda están sin estrear. Precisamente fueron los comerciantes de la Plaza de Abastos carballiñesa los que se opusieron -en verano de 2007- a la instalación de los contenedores subterráneos, al considerar que los malos olores que podían generar repercutirían en la afluencia de clientes a los puestos del mercado.
Recurso
El concejal de Medio Ambiente, Bernardo García, recuerda que os contedores subterráneos non se poden abrir mentres non se resolva o recurso plantexado no seu día polos industriais da Praza de Abastos contra a concesión de licencia de obras por parte da alcaldía. El edil nacionalista añade que a única medida é instar ós usuarios dos contedores a que non boten lixo fóra.
HISTORIA
Una denuncia por prevaricación
Un total de 13 industriales -carniceros y pescaderos- de la Plaza de Abastos presentaron en julio de 2007 una denuncia contra el alcalde, Carlos Montes, por presunta prevaricación. Los denunciantes se basaban en que el proyecto de depósitos subterráneos carecía de licencia municipal, si bien el Juzgado de Instrucción sobreseyó el caso.
Los propietarios de establecimientos de la zona achacan los hedores o verquido de restos de peixe e carne por parte dos industriais do mercado de abastos, que incluso deixan caixas fóra dos contedores. Los afectados se dirigirán al Concello carballiñés, para que se poñan en funcionamento os depósitos construidos hai máis de dous anos fronte á praza, xa que a Xunta gastou 100.000 euros neles e aínda están sin estrear. Precisamente fueron los comerciantes de la Plaza de Abastos carballiñesa los que se opusieron -en verano de 2007- a la instalación de los contenedores subterráneos, al considerar que los malos olores que podían generar repercutirían en la afluencia de clientes a los puestos del mercado.
Recurso
El concejal de Medio Ambiente, Bernardo García, recuerda que os contedores subterráneos non se poden abrir mentres non se resolva o recurso plantexado no seu día polos industriais da Praza de Abastos contra a concesión de licencia de obras por parte da alcaldía. El edil nacionalista añade que a única medida é instar ós usuarios dos contedores a que non boten lixo fóra.
HISTORIA
Una denuncia por prevaricación
Un total de 13 industriales -carniceros y pescaderos- de la Plaza de Abastos presentaron en julio de 2007 una denuncia contra el alcalde, Carlos Montes, por presunta prevaricación. Los denunciantes se basaban en que el proyecto de depósitos subterráneos carecía de licencia municipal, si bien el Juzgado de Instrucción sobreseyó el caso.
