Los vecinos de Santa Comba, en el municipio de Maside, dispondrán en próximos meses de una iglesia remodelada y libre de goteras y humedades. La Xunta de Galicia y el Obispado han firmado un convenio mediante el que se pretende recuperar el patrimonio eclesiástico de más valor, del cual se beneficiará esta iglesia, que es sin duda una importante joya románica monumental de este entorno, ya que data de finales del siglo XII y principios del XIII.
Las obras está previsto que empiecen en la mañana de hoy, por cuyo motivo, las autoridades municipales, incluido el alcalde de Maside, Celso Fernández, tienen previsto realizar una visita a la iglesia en torno a las 11 horas.
Los feligreses ya no tendrán que acudir a los cultos religiosos con paraguas, ni tampoco sortear los desprendimientos del tejado, que amenazaron en varias ocasiones a las personas, produciéndose en diversos tramos de la fachada. Los recipientes situados estratégicamente en el interior del edificio para recoger el agua siempre que llovía o la ropa del párroco secándose en los bancos, tras ser alcanzada por las filtraciones de agua, dejarán de ser la estampa habitual de esta iglesia, una vez que se ejecuten las reformas. Los daños más graves se produjeron en el interior del monumento a consecuencia del mal estado del tejado, que permite el paso del agua cuando llueve. En consecuencia, las humedades afectaron a la mayor parte de la carpintería, las paredes y también al retablo. Por ese motivo, hace casi dos años que los vecinos se dirigieron al Concello de Maside para la realización de los arreglos. Las autoridades municipales de inmediato plantearon la solicitud a la Administración autonómica, que procedió a redactar el proyecto contando con el arquitecto municipal. Las reparaciones sobrepasarán los 80.000 euros.
Los feligreses ya no tendrán que acudir a los cultos religiosos con paraguas, ni tampoco sortear los desprendimientos del tejado, que amenazaron en varias ocasiones a las personas, produciéndose en diversos tramos de la fachada. Los recipientes situados estratégicamente en el interior del edificio para recoger el agua siempre que llovía o la ropa del párroco secándose en los bancos, tras ser alcanzada por las filtraciones de agua, dejarán de ser la estampa habitual de esta iglesia, una vez que se ejecuten las reformas. Los daños más graves se produjeron en el interior del monumento a consecuencia del mal estado del tejado, que permite el paso del agua cuando llueve. En consecuencia, las humedades afectaron a la mayor parte de la carpintería, las paredes y también al retablo. Por ese motivo, hace casi dos años que los vecinos se dirigieron al Concello de Maside para la realización de los arreglos. Las autoridades municipales de inmediato plantearon la solicitud a la Administración autonómica, que procedió a redactar el proyecto contando con el arquitecto municipal. Las reparaciones sobrepasarán los 80.000 euros.
