Participaron una veintena de caldos que fueron elaborados con variedades autóctonas
El parque náutico de Castrelo de Miño acogió ayer por la mañana la primera cata de vinos dulces que se celebra en territorio gallego. Organizada por el sumiller Luis Paadín, tomaron parte en la iniciativa una veitnena de vinos tostados, procedentes de variedades autóctonas como Albariño,Treixadura, Godello, Branco lexítimo, Moscatel, Mencía, Sousón, Caíño Longo o Caíño redondo.
La cata contó con el apoyo con el apoyo de un variado grupo de catadores, entre los que figuraban técnicos de las denominaciones de origen gallegas y de zonas limítrofes, como Bierzo, Toro, Arribes o Arlanza, junto a reconocidos sumilleres. El objetivo que se perseguía con esta cata era que, entre todos los participantes, se pudieran empezar a describir estos exclusivos vinos, que se elaboran en pequeñas producciones, pero de los que cada año hay una mayor diversidad.