La Corporación de Leiro se reúne hoy en una sesión extraordinaria que tiene como única finalidad aprobar una modificación de crédito por importe de 39.470 euros para pagar las facturas pendientes. El Concello es uno de los pocos que remata cada ejercicio económico con superávit, un objetivo que se cumplirá de nuevo este año pese a la crisis, según declararon las autoridades municipales.
De esta forma, en estos momentos dispone de 96.800 euros, la mayor parte remanente del 2010, que le permitirá ahora abonar facturas que no se incluyeron en los presupuestos municipales por importe de los 39.470 euros, siendo la más importante, de 18.000 euros, con Gas Natural, por el alumbrado público.
Una vez que el pleno apruebe esta modificación presupuestaria, todavía quedarán 57.330 euros de superávit en las arcas municipales que, según las autoridades locales, pasarán a sumarse al remanente que resulte del presente ejercicio, cuyo presupuesto total, ya aprobado, ronda los 900.000 euros.
El Concello, sin embargo, no está aplicando drásticas medidas para mantener esta saneada situación económica. Los servicios no se han visto reducidos, aunque la línea a seguir, tal y como indicaron los responsables municipales, consiste en descartar las obras que puedan suponer un alto coste de mantenimiento para el Concello.
Por lo demás, este año han incidido en el ahorro energético, instalando reductores de potencia en el alumbrado público y cortando el fluido eléctrico en una de cada tres farolas en todo el municipio desde el pasado mes de julio. Durante el verano, a partir de la una de la madrugada y en invierno desde las 12 de la noche hasta primeras horas del día siguiente. Con estas medidas se espera ahorrar un 30% del gasto energético.
Una vez que el pleno apruebe esta modificación presupuestaria, todavía quedarán 57.330 euros de superávit en las arcas municipales que, según las autoridades locales, pasarán a sumarse al remanente que resulte del presente ejercicio, cuyo presupuesto total, ya aprobado, ronda los 900.000 euros.
El Concello, sin embargo, no está aplicando drásticas medidas para mantener esta saneada situación económica. Los servicios no se han visto reducidos, aunque la línea a seguir, tal y como indicaron los responsables municipales, consiste en descartar las obras que puedan suponer un alto coste de mantenimiento para el Concello.
Por lo demás, este año han incidido en el ahorro energético, instalando reductores de potencia en el alumbrado público y cortando el fluido eléctrico en una de cada tres farolas en todo el municipio desde el pasado mes de julio. Durante el verano, a partir de la una de la madrugada y en invierno desde las 12 de la noche hasta primeras horas del día siguiente. Con estas medidas se espera ahorrar un 30% del gasto energético.
