La fijación de 10 áreas de reparto urbanísticas repartidas entre los pueblos de Francelos, San Paio y San Cristovo (Ribadavia) preocupa a los vecinos de estas localidades del rural, que consideran complicado poner de acuerdo a todos los propietarios aglutinados en torno a ellas para poder urbanizar, teniendo en cuenta que su desarrollo no es tan rentable para los promotores como en las ciudades. Esta preocupación la constató el BNG con motivo de los cinco actos informativos que desarrolló sobre el PXOM.
El BNG de Ribadavia daba por concluidos este pasado domingo los cinco actos desarrollados a lo largo de una semana y que tuvieron como finalidad facilitar a los vecinos información sobre el Plan Xeral de Ordenación Municipal, ahora en fase de exposición pública, y al mismo tiempo recoger las inquietudes y reclamaciones expuestas por los propietarios, que en algunos casos quedarán reflejadas en las alegaciones que presentará esta formación política el viernes.
Según valoraron los concejales nacionalistas, la preocupación de los vecinos varía sustancialmente entre los que tienen las propiedades en el casco urbano de los que están en los pueblos de Francelos, San Paio y San Cristovo, que en el PXOM reciben el mismo tratamiento urbanístico que en la villa, en lo que respecta al establecimiento de áreas de reparto, con las que se aglutinan parcelas de distintos propietarios, que deberán llegar a un acuerdo para construir y también para urbanizar, cediendo espacio para viales y demás dotaciones públicas como zonas verdes. El proyecto contempla un total de 27 áreas para desarrollar urbanísticamente, de las cuales, cuatro están en San Paio, cinco en San Cristovo y una en Francelos, el resto corresponden al núcleo de Ribadavia.
Es así que, mientras los residentes en el casco urbano enfocan sus alegaciones para pedir más suelo urbanizable y en algu nos barrios más alturas para las edificaciones, los vecinos de estos tres núcleos del rural ven difícil el desarrollo de estas áreas de reparto. El concejal del BNG, Emilio Cuiñas, coincidía con esta preocupación, ya que é máis fácil desenvolver unha área de reparto nunha cidade porque existen expectativas económicas para os promotores.
La concejala de Urbanismo (PSOE), Manuela Iglesias, insistió en que se intentará incluir todas las alegaciones legalmente posibles con el fin de consensuar al máximo el Plan.
Alegaciones
Pendiente de un plan especial para Francelos
Mientras que las alegaciones de los afectados por las áreas de reparto se presentarán a título particular (finaliza el plazo el 18), el BNG (que gobierna con el PSOE) adelantó algunas, en las que incidirá, como la tramitación de forma paralela al PXOM del Plan especial de protección para Francelos, similar a la que tiene San Cristovo. Asimismo, prevé reclamar mayor superficie en algunas áreas dotacionales de infraestructuras públicas. Además, según apuntó Emilio Cuiñas, se corregirán algunos errores, como el caso de Santo André, cuya concentración parcelaria ya realizada no figura en el PXOM. As nosas propostas irán encamiñadas a mellorar a calidade de vida dos ciudadáns, señaló. En ese sentido, el BNG considera que la dotación de viviendas para Ribadavia es generosa.
Según valoraron los concejales nacionalistas, la preocupación de los vecinos varía sustancialmente entre los que tienen las propiedades en el casco urbano de los que están en los pueblos de Francelos, San Paio y San Cristovo, que en el PXOM reciben el mismo tratamiento urbanístico que en la villa, en lo que respecta al establecimiento de áreas de reparto, con las que se aglutinan parcelas de distintos propietarios, que deberán llegar a un acuerdo para construir y también para urbanizar, cediendo espacio para viales y demás dotaciones públicas como zonas verdes. El proyecto contempla un total de 27 áreas para desarrollar urbanísticamente, de las cuales, cuatro están en San Paio, cinco en San Cristovo y una en Francelos, el resto corresponden al núcleo de Ribadavia.
Es así que, mientras los residentes en el casco urbano enfocan sus alegaciones para pedir más suelo urbanizable y en algu nos barrios más alturas para las edificaciones, los vecinos de estos tres núcleos del rural ven difícil el desarrollo de estas áreas de reparto. El concejal del BNG, Emilio Cuiñas, coincidía con esta preocupación, ya que é máis fácil desenvolver unha área de reparto nunha cidade porque existen expectativas económicas para os promotores.
La concejala de Urbanismo (PSOE), Manuela Iglesias, insistió en que se intentará incluir todas las alegaciones legalmente posibles con el fin de consensuar al máximo el Plan.
Alegaciones
Pendiente de un plan especial para Francelos
Mientras que las alegaciones de los afectados por las áreas de reparto se presentarán a título particular (finaliza el plazo el 18), el BNG (que gobierna con el PSOE) adelantó algunas, en las que incidirá, como la tramitación de forma paralela al PXOM del Plan especial de protección para Francelos, similar a la que tiene San Cristovo. Asimismo, prevé reclamar mayor superficie en algunas áreas dotacionales de infraestructuras públicas. Además, según apuntó Emilio Cuiñas, se corregirán algunos errores, como el caso de Santo André, cuya concentración parcelaria ya realizada no figura en el PXOM. As nosas propostas irán encamiñadas a mellorar a calidade de vida dos ciudadáns, señaló. En ese sentido, el BNG considera que la dotación de viviendas para Ribadavia es generosa.
