El Servicio de Protección de la Naturaleza, Seprona, que depende de la Guardia Civil, junto con los inspectores de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, realizaron entre el miércoles y jueves de esta semana varias visitas a Ribadavia para fotografiar y tomar muestras de un vertido de aguas residuales en el río Avia, localizado y denunciado por la asociación ecologista Coto do Frade. Los denunciantes responsabilizan a la empresa Aqualia, encargada del servicio de saneamiento, y también al Concello.
El vicepresidente de la entidad, Braulio Estévez, apunta en la denuncia que 'estos vertidos xa foron feitos en ocasións anteriores' y considera que la situación se agrava con la escasez de lluvias durante esta primavera, al mismo tiempo que alerta del riesgo que suponen las aguas residuales a 15 metros de la zona de pesca sen morte y del tramo de río cercano, muy visitado por los pescadores por la abundancia de peces.
La asociación reclama que 'se tomen as medidas sancionadoras e se teña en conta o carácter de reincidencia activa por parte da empresa Aqualia e de permisividade pasiva por parte do Concello de Ribadavia'.
La Confederación Hidrográfica confirmaba ayer la toma de muestras del agua para proceder a la apertura del correspondiente expediente sancionador.
Los responsables de Aqualia reconocieron que el vertido se produce de forma esporádica debido a la acumulación de residuos sólidos que atascan el sistema de bombeo. Tras reparar el bombeo, afirman que la solución definitiva pasaría por limpiar el pozo, siempre que la Confederación lo autorice.
La asociación reclama que 'se tomen as medidas sancionadoras e se teña en conta o carácter de reincidencia activa por parte da empresa Aqualia e de permisividade pasiva por parte do Concello de Ribadavia'.
La Confederación Hidrográfica confirmaba ayer la toma de muestras del agua para proceder a la apertura del correspondiente expediente sancionador.
Los responsables de Aqualia reconocieron que el vertido se produce de forma esporádica debido a la acumulación de residuos sólidos que atascan el sistema de bombeo. Tras reparar el bombeo, afirman que la solución definitiva pasaría por limpiar el pozo, siempre que la Confederación lo autorice.
