Algunas calles, como Progreso o la avenida de La Habana se encuentran entre las más afectadas

El 10% de bajos comerciales del centro están desocupados

Doce bajos cerrados en la avenida de La Habana, sólo en su tramo comprendido entre la Torre y Concepción Arenal, siete en Lamas Carvajal y otros seis en el Paseo dan una idea de la situación que atraviesa en la actualidad el sector servicios en la ciudad, considerado el motor económico ourensano. El castigo es todavía mayor en otras céntricas calles, como Progreso, que cuenta con hasta una veintena de locales vacíos -algunos llevan numerosos años en esa situación-, sólo en su tramo entre Ervedelo y la Alameda. La situación es muy parecida en otras calles como la avenida de Buenos Aires o Pena Corneira, entre otras.
El sector inmobiliario ourensano dispone en la actualidad de más de 300 bajos para alquilar o vender. Sin duda, sólo una parte del total que se encuentra desocupado, ya que hay propietarios que no recurren a inmobiliarias para ponerlos en el mercado. Según los cálculos de la Asociación de Empresarios Inmobiliarios de Ourense (Adeido), entre el 10 y el 15% de los locales comerciales del centro de la ciudad carecen de actividad, porcentaje que va incrementándose notoriamente a medida que las calles están más alejadas del centro: hasta el 20-25% en zonas como O Couto, avenida de Zamora o Pena Trevinca y entre el 35 y el 40% en Barrocás, O Vinteún y Vistahermosa, entre otros.


RENEGOCIACIÓN

'Yo creo que a estas alturas, a nivel de ocupación se salvan el Paseo y Santo Domingo, pero en el resto de las calles se nota que hay muchísimos locales vacíos y ya en algunos barrios la situación es ya casi escandalosa', explica Aurelio Gómez Villar, presidente de la Federación de Comercio.

La difícil situación económica, unida al incremento de la oferta de locales, ha llevado a que 'se renegociaran prácticamente todos los alquileres del centro de la ciudad', asegura Gómez Villar, que sitúa a las grandes cadenas como pioneras en la negociación a la baja de sus alquileres, en una tendencia que después siguió también el pequeño comercio, ya que la reducción del alquiler fue una de las cosas que más costó adaptar a la nueva situación. 'Los propietarios se han dado cuenta de que la posibilidad es tener el bajo vacío o bien bajar las rentas', señala el presidente de los comerciantes, toda vez que el alquiler de los locales, unido evidentemente al acusado descenso del consumo, son dos de las principales causas de las dificultades económicas que atraviesa el sector comercial'.

Frente a esta situación, el presidente de Adeido, Benito Iglesias, también señala que 'todavía hay muchos propietarios que no bajan el precio. Hay que pensar que la mayoría de los bajos céntricos están en manos de personas con poca necesidad de liquidez y eso también puede ser un hándicap a la hora de renegociar el alquiler a la baja'.

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