La Audiencia provincial ha absuelto a ocho acusados de traficar con droga en O Barco. El fallo era el esperado tras la nulidad del auto judicial que dio lugar a la intervención del telefóno de uno de los imputados al no estar fundamentado en hechos objetivos.
El tribunal de la sección segunda de la Audiencia provincial ha dictado sentencia confirmando la absolución de ocho personas acusadas por tráfico de drogas y detenidas en el marco de la operación Xares.
El tribunal de la sección segunda de la Audiencia provincial ha dictado sentencia confirmando la absolución de ocho personas acusadas por tráfico de drogas y detenidas en el marco de la operación Xares.
En ella, los magistrados motivan la decisión adoptada el propio día del juicio de declarar la nulidad del auto judicial que dio autorización para intervenir el teléfono de uno de los imputados, siendo ésta la primera de todas las actuaciones.
La nulidad se basa en que el informe realizado por la Guardia Civil para solicitar el auto judicial no permite un juicio de sospecha fundada y objetiva, en orden a la involucración de las personas cuyos teléfonos se intervienen. Así, los únicos datos que se ofrecían respecto a uno de los acusados era que no realiza actividad laboral alguna, carece de vehículo a su nombre, así como que en vigilancias estáticas se habrían presenciado intercambio de dinero-droga, aunque no se aportaron copias de los atestados o fuentes de las informaciones facilitadas en la solicitud.
El tribunal reconoce la dificultad de las investigaciones de este tipo de delitos pero entiende que no es admisible que la compartimentación o fragmentación de la investigación se oculte al juez de instrucción. Por todo ello, creen que, antes de dictar el auto, se desconocía todo lo relativo a las diligencias, pesquisa o averiguaciones anteriores pese a formar un continuo inescindible.
La nulidad se basa en que el informe realizado por la Guardia Civil para solicitar el auto judicial no permite un juicio de sospecha fundada y objetiva, en orden a la involucración de las personas cuyos teléfonos se intervienen. Así, los únicos datos que se ofrecían respecto a uno de los acusados era que no realiza actividad laboral alguna, carece de vehículo a su nombre, así como que en vigilancias estáticas se habrían presenciado intercambio de dinero-droga, aunque no se aportaron copias de los atestados o fuentes de las informaciones facilitadas en la solicitud.
El tribunal reconoce la dificultad de las investigaciones de este tipo de delitos pero entiende que no es admisible que la compartimentación o fragmentación de la investigación se oculte al juez de instrucción. Por todo ello, creen que, antes de dictar el auto, se desconocía todo lo relativo a las diligencias, pesquisa o averiguaciones anteriores pese a formar un continuo inescindible.
