Los accidentes de circulación ocasionan daños por importe de más de 670.000 euros cada año en los viales de la provincia. Las carreteras nacionales y la autovía A-52, pertenecientes al Ministerio de Fomento, y las calles de la ciudad son las que registran más destrozos (400.000 euros) en vallas protectoras, señales, paneles, alcantarillas y semáforos. Le siguen los viales de la Xunta y la Diputación. Durante el 2008, se produjeron un total de 3.000 siniestros que ocasionaron daños en el mobiliario público.
El Ministerio de Fomento, Consellería de Política Territorial y Diputación desenbolsan cada año una media de 670.000 euros para arreglar desperfectos ocasionados por los accidentes de tráfico en las carreteras y calles de la provincia.
Durante el 2008 se registraron 3.000 siniestros que ocasionaron algún tipo de daño contra el mobiliario público; señales, paneles informativos, cabinas telefónicas, guardarraíles, bordillos de hormigón, alcantarillas e incluso regulaciones semafóricas y socavones en el asfalto.
Los viales del Ministerio de Fomento son los que más destrozos registran. La lista la encabeza la autovía Rías Baixas, seguida muy de cerca por las carreteras N-525 y N-120. Los responsables del citado ministerio habilitaron el año pasado una partida de 400.000 euros para subsanar los desperfectos. La partida aumenta un 10% cada año porque también aumentan los accidentes, el número de vehículos y de carreteras, aseguraron en Fomento.
La Consellería de Política Territorial tuvo que sacar de sus arcas 190.000 euros para arreglar los daños ocasionados por salidas de vía y colisiones entre coches en los viales de titularidad autonómcia. A la lista de desembolsos se suma la Diputación con poco más de 80.000 euros.
Vallas más seguras
El Ministerio de Fomento ante los constantes daños que ocasionaban los coches en las vallas protectoras de la autovía Rías Baixas decidió reforzarlas a lo largo del trazado, entre Zamora y el túnel de A Cañiza (Pontevedra) para amortiguar los impactos y evitar que se doblen, rompan o sean desplazadas de lugar. El proyecto requiere una inversión de 280.000 euros.
Las calles de la ciudad registran cada año una media de 2.000 accidentes y en la mayoría de ellos se registraron daños con tra el patrimonio público. El último ocurrió a mediados de la semana pasada en la calle Otero Pedrayo, al salirse un conductor de la calzada y arrancar alrededor de 20 metros de valla.
El Concello es el encargado de hacer la reposición, cuyo gasto tendrá que abonar más tarde la compañía aseguradora del vehículo siniestrado, situación que no se produce cuando el accidente se produce en carretera. El resto de concellos de la provincia también suelen reclamar por los daños.
Daños contra 20 propiedades privadas
Entre los 3.000 accientes de circulación que ocasionaron daños en los viales, hay 20 siniestros que, además, causaron destrozos en propiedades privadas. Los vehículos implicados terminaron estrellándose contra fachadas y muros de cierre de casas, paredes de fincas, postes del tendido eléctrico y telefónico, otros coches que estaban estacionados e incluso contra escaparates. En este caso, el importe de los desperfectos no figura en la Administración, pero la mayoría de los afectados se los reclamó a las distintas compañías aseguradoras de los vehículos implicados y otros los pugnan en los tribunales de Justicia. José Antonio Rodríguez es un vecino de Pereiro de Aguiar, al que un coche le destrozó la entrada de su vivienda a mediados del año 2007. El conductor dio positivo en la prueba de alcoholemia y aún no cobré los destrozos.
Intentamos llegar a un acuerdo pero el dinero que ofrecían no llegaba para arreglar la puerta. No tuve más remedio que denunciar, asegura.
Durante el 2008 se registraron 3.000 siniestros que ocasionaron algún tipo de daño contra el mobiliario público; señales, paneles informativos, cabinas telefónicas, guardarraíles, bordillos de hormigón, alcantarillas e incluso regulaciones semafóricas y socavones en el asfalto.
Los viales del Ministerio de Fomento son los que más destrozos registran. La lista la encabeza la autovía Rías Baixas, seguida muy de cerca por las carreteras N-525 y N-120. Los responsables del citado ministerio habilitaron el año pasado una partida de 400.000 euros para subsanar los desperfectos. La partida aumenta un 10% cada año porque también aumentan los accidentes, el número de vehículos y de carreteras, aseguraron en Fomento.
La Consellería de Política Territorial tuvo que sacar de sus arcas 190.000 euros para arreglar los daños ocasionados por salidas de vía y colisiones entre coches en los viales de titularidad autonómcia. A la lista de desembolsos se suma la Diputación con poco más de 80.000 euros.
Vallas más seguras
El Ministerio de Fomento ante los constantes daños que ocasionaban los coches en las vallas protectoras de la autovía Rías Baixas decidió reforzarlas a lo largo del trazado, entre Zamora y el túnel de A Cañiza (Pontevedra) para amortiguar los impactos y evitar que se doblen, rompan o sean desplazadas de lugar. El proyecto requiere una inversión de 280.000 euros.
Las calles de la ciudad registran cada año una media de 2.000 accidentes y en la mayoría de ellos se registraron daños con tra el patrimonio público. El último ocurrió a mediados de la semana pasada en la calle Otero Pedrayo, al salirse un conductor de la calzada y arrancar alrededor de 20 metros de valla.
El Concello es el encargado de hacer la reposición, cuyo gasto tendrá que abonar más tarde la compañía aseguradora del vehículo siniestrado, situación que no se produce cuando el accidente se produce en carretera. El resto de concellos de la provincia también suelen reclamar por los daños.
Daños contra 20 propiedades privadas
Entre los 3.000 accientes de circulación que ocasionaron daños en los viales, hay 20 siniestros que, además, causaron destrozos en propiedades privadas. Los vehículos implicados terminaron estrellándose contra fachadas y muros de cierre de casas, paredes de fincas, postes del tendido eléctrico y telefónico, otros coches que estaban estacionados e incluso contra escaparates. En este caso, el importe de los desperfectos no figura en la Administración, pero la mayoría de los afectados se los reclamó a las distintas compañías aseguradoras de los vehículos implicados y otros los pugnan en los tribunales de Justicia. José Antonio Rodríguez es un vecino de Pereiro de Aguiar, al que un coche le destrozó la entrada de su vivienda a mediados del año 2007. El conductor dio positivo en la prueba de alcoholemia y aún no cobré los destrozos.
Intentamos llegar a un acuerdo pero el dinero que ofrecían no llegaba para arreglar la puerta. No tuve más remedio que denunciar, asegura.
