Pablo González Vázquez e Iván González Lage tras un tira y afloja entre sus letrados y el representante del ministerio fiscal aceptaron una condena de dos años de prisión por su participación en el robo acaecido en agosto de 2010 en un colegio de Cea, en el que también tomaron parte tres menores de edad, dos de ellos implicados en el posterior incendio declarado en el centro educativo. Ambos acusados fueron citados ayer en el Juzgado de lo Penal 1 en tanto que no pudieron ser juzgados el pasado año junto a los otros chicos por ser mayores de edad cuando ocurrieron los hechos.
La sentencia de conformidad que dictará el juzgado les impondrá dos años de prisión y 542,86 euros de responsabilidad civil por los desperfectos ocasionados en los vestuarios de las piscinas de Cea. El fiscal retiró la acusación de incendio forestal imprudente y la falta de daños por la quema de un coche que incluía en su escrito de calificación provisional.
'NO CORRER RIESGOS'
Los letrados de los inculpados aseguraron que optaron por la conformidad, pese a no reconocer a lo largo del proceso judicial los hechos imputados, 'para no correr riesgos ante un resultado incierto y las consecuencias que pudiera traerles la celebración de la vista', dado que la fiscalía reclamaba en su escrito de calificación provisional cuatro años de prisión.
La sentencia condenatoria da como probado que Pablo González Vázquez e Iván González Lage, el 29 de agosto de 2010, sobre las siete de la tarde, se encontraron con dos menores en las piscinas del Concello de Cea. Allí, de común acuerdo, se dirigieron a los vestuarios en donde causaron daños en la instalación eléctrica y doblaron 11 perchas. Posteriormente, se dirigieron al colegio Vixe da Saleta, en donde los aguardaba un tercer inculpado. Los cinco accedieron al interior del recinto escolar, saltando la valla perimetral, y tras empujar violentamente la puerta de acceso del gimnasio, entraron al colegio.
Tras vaciar el contenido de un extintor en el gimnasio, se apoderaron de cinco ordenadores portátiles en el edificio de Primaria. Después, dos de los menores prendieron fuego al colegio.
El fiscal retiró de la acusación el delito de incendio forestal imprudente en el que sí se vieron implicados los otros. Prendieron fuego a un vehículo que había sido robado, lo que originó un fuego forestal en el paraje de Freas de Canda.
Los más jóvenes, con edades comprendidas entre los 15 y los 17 años, fueron condenados por el Juzgado de Menores a penas de entre 12 y 22 meses de libertad vigilada. La Audiencia provincial ratificó esa sentencia que había sido recurrida. En ese juicio, sólo dos de los tres reconoció los hechos que desembocaron en su procesamiento.
'NO CORRER RIESGOS'
Los letrados de los inculpados aseguraron que optaron por la conformidad, pese a no reconocer a lo largo del proceso judicial los hechos imputados, 'para no correr riesgos ante un resultado incierto y las consecuencias que pudiera traerles la celebración de la vista', dado que la fiscalía reclamaba en su escrito de calificación provisional cuatro años de prisión.
La sentencia condenatoria da como probado que Pablo González Vázquez e Iván González Lage, el 29 de agosto de 2010, sobre las siete de la tarde, se encontraron con dos menores en las piscinas del Concello de Cea. Allí, de común acuerdo, se dirigieron a los vestuarios en donde causaron daños en la instalación eléctrica y doblaron 11 perchas. Posteriormente, se dirigieron al colegio Vixe da Saleta, en donde los aguardaba un tercer inculpado. Los cinco accedieron al interior del recinto escolar, saltando la valla perimetral, y tras empujar violentamente la puerta de acceso del gimnasio, entraron al colegio.
Tras vaciar el contenido de un extintor en el gimnasio, se apoderaron de cinco ordenadores portátiles en el edificio de Primaria. Después, dos de los menores prendieron fuego al colegio.
El fiscal retiró de la acusación el delito de incendio forestal imprudente en el que sí se vieron implicados los otros. Prendieron fuego a un vehículo que había sido robado, lo que originó un fuego forestal en el paraje de Freas de Canda.
Los más jóvenes, con edades comprendidas entre los 15 y los 17 años, fueron condenados por el Juzgado de Menores a penas de entre 12 y 22 meses de libertad vigilada. La Audiencia provincial ratificó esa sentencia que había sido recurrida. En ese juicio, sólo dos de los tres reconoció los hechos que desembocaron en su procesamiento.
