Los vecinos afectados por el trazado de la autovía de Lugo a su llegada a Ourense quieren reunirse con el ministro de Fomento, José Blanco, para solicitarle que estudie el cambio del último tramo. La comisión vecinal pretende que la reunión sea en septiembre. Su propuesta pasa por que la autovía A-56 cruce el Miño por Velle y vaya a desembocar a la A-52 en San Cibrao, lo que permitiría que llegase también por el este, a polígonos empresariales y su futura conexión con la A-76 (Ourense-Ponferrada).
Cambiar un trazado nefasto para a cidade. Ese es el propósito por el que la comisión de afectados de la autovía Lugo-Ourense lleva años luchando. Con esa intención, solicitarán a Fomento una entrevista o máis rápido posible, conxuntamente co Concello, para ver se hai unha maior sensibilidade co trazado, explicaba ayer José Manuel Pérez, portavoz de la comisión. Su intención es solicitar que el encuentro se produzca el próximo mes de septiembre, aprovechando que el cambio en la cartera de Fomento ha introducido modificaciones en algunos proyectos como el del AVE.
Representantes de la comisión se reunieron ayer con el senador del BNG, Xosé Manuel Pérez Bouza, y el teniente de alcalde, Andrés García Mata, para analizar la iniciativa que el primero planteó en la comisión de Fomento de instar al ministerio a que estudie un cambio de trazado, propuesta que contó con el apoyo del PP y el BNG pero no del PSOE. José Manuel Pérez cree que o argumento do PSOE para non chegar a un acordo é case un insulto á intelixencia, en referencia a la alusión de que un cambio de trazado retrasaría la infraestructura durante cuatro o cinco años. Y es que, según sostienen los afectados, as autovías licítanse por tramos e nós estamos pedindo a modificación do tramo entre Cambeo e Ourense, que son 10 kilómetros, e nin sequera sería preciso cambiar todo, só os tres ou catro últimos.
Conexión
La propuesta de los afectados, que respalda el BNG y que también fue acordada en su día por el propio Concello, pasa por evitar que la autovía desemboque en la avenida de Santiago, onde sería moi lesiva para o tráfico y atraviese el Miño para continuar hasta enlazar con la A-52, permitiendo así la conexión con los polígonos empresariales de Pereiro, San Cibrao y el futuro de Santa Mariña. Además, Pérez Bouza señaló también que este cambio en el trazado permitiría enlazar en un futuro la autovía de Lugo con la A-76 (la de Ponferrada).
A juicio del senador nacionalista, el cambio en el trazado es posible porque non empezaron as obras, nin as expropiación nin hai unha aprobación definitiva do proxecto. Entiende, además, que non é certo que se retrase a infraestructura porque un proxecto deste calibre non tarda máis de 12 meses e o seu custo está en torno ó millón de euros, que é perfectamente asumible nas cantidades que estamos falando para construir a autovía. Tanto él como García Mata explicaron que el Concello ya había acordado en un pleno de 2006 pedir a Fomento que modificase el trazado. Una petición que también respaldaron la Diputación, la Cámara de Comercio y la CEO.
Representantes de la comisión se reunieron ayer con el senador del BNG, Xosé Manuel Pérez Bouza, y el teniente de alcalde, Andrés García Mata, para analizar la iniciativa que el primero planteó en la comisión de Fomento de instar al ministerio a que estudie un cambio de trazado, propuesta que contó con el apoyo del PP y el BNG pero no del PSOE. José Manuel Pérez cree que o argumento do PSOE para non chegar a un acordo é case un insulto á intelixencia, en referencia a la alusión de que un cambio de trazado retrasaría la infraestructura durante cuatro o cinco años. Y es que, según sostienen los afectados, as autovías licítanse por tramos e nós estamos pedindo a modificación do tramo entre Cambeo e Ourense, que son 10 kilómetros, e nin sequera sería preciso cambiar todo, só os tres ou catro últimos.
Conexión
La propuesta de los afectados, que respalda el BNG y que también fue acordada en su día por el propio Concello, pasa por evitar que la autovía desemboque en la avenida de Santiago, onde sería moi lesiva para o tráfico y atraviese el Miño para continuar hasta enlazar con la A-52, permitiendo así la conexión con los polígonos empresariales de Pereiro, San Cibrao y el futuro de Santa Mariña. Además, Pérez Bouza señaló también que este cambio en el trazado permitiría enlazar en un futuro la autovía de Lugo con la A-76 (la de Ponferrada).
A juicio del senador nacionalista, el cambio en el trazado es posible porque non empezaron as obras, nin as expropiación nin hai unha aprobación definitiva do proxecto. Entiende, además, que non é certo que se retrase a infraestructura porque un proxecto deste calibre non tarda máis de 12 meses e o seu custo está en torno ó millón de euros, que é perfectamente asumible nas cantidades que estamos falando para construir a autovía. Tanto él como García Mata explicaron que el Concello ya había acordado en un pleno de 2006 pedir a Fomento que modificase el trazado. Una petición que también respaldaron la Diputación, la Cámara de Comercio y la CEO.
