El alza de carburantes, cereal y luz amenaza a las panaderías

 El negocio del pan está  pasando por una grave crisis y las panaderías ourensanas no son una excepción. El alza de la harina, la luz y los carburantes están tensionando un sector que ha llegado a un punto límite. Los panaderos de toda España coinciden en que la situación es “insostenible” y como gesto de protesta cesarán su actividad durante 15 minutos entre las 12,00 y las 12,15 horas el próximo día 28.

El presidente de los panaderos de Ourense, Roberto González, asegura que “non nos vai quedar outro remedio ca unha folga, non podemos vivir así”. Indica que las subidas de luz y harina son muy agobiantes para los negocios: “Pasáronme unha factura de 17.000 euros de dous meses de luz, isto non hai quen o manteña”. Los titulares de estos negocios se encuentran entre la espada y la pared y “como sigamos así, a metade das panaderías van ter que pechar”. Además, urge medidas para paliar esta tendencia alcista ya que podría implicar la pérdida de una de sus señas de identidad como sector: el reparto a domicilio. “O reparto vai desaparecer, as aldeas van quedar sen abastecemento a domicilio. Mesmo hoxe falaba con dous compañeiros que van deixar o reparto porque a perda é enorme”, subraya González.

"Aguantamos como podemos"

Toni, responsable de la panadería Ansuiña, indica que “sobrevivimos a duras penas, aguantamos como podemos”. Aunque no es su caso, dice que “de seguir así moito tempo, haberá moitos que teñan que pechar porque isto é inaguantable”. Lleva cuatro años al frente de esta panadería: desde entonces ha tenido que enfrentarse a dos años de pandemia y ahora a una crisis inflacionista. “Estou sobrevivindo de puro milagre, apretando o cinturón e con meses nos que igual non se gaña nada ou se gañan 100 euros”, afirma.

Jose, titular de la panadería Buenos Aires, indica que “medo me dá cando teña que negociar o contrato da luz para o ano que vén. Pasei de 16 céntimos a 25 e non quero pensar no próximo. Tamén me axuda a controlar, porque no mercado libre estaría afundido”. Jose reconoce que lo que más le ha afectado es el encarecimiento del cereal, en especial del trigo, motivado en gran parte por la guerra de Ucrania. “É demencial, pagamos a máis do dobre o cereal. A tonelada pasou de 750 euros a 1.500”, remarca.

Luis Cao regenta la panadería Pan do Luis, en Coles. Incide en la “suma de todas as subas” como la razón del ahogo del sector: “Se só fora a luz, seguiría sendo inasumible, pero menos grave”. Calcula en un 40% el incremento reciente en la misma actividad laboral. Para él, la solución, más allá de protestar, está en un nuevo incremento del precio del pan. Además, piensa que “todas as panaderías que non estean subvencionadas están perdendo cartos a día de hoxe”. Para Cao, un factor importante para que las panaderías no cierren es “o prezo e a vida útil da maquinaria, que supón un desembolso de 200.000 euros e que todo o mundo aproveita ao máximo”. Pero advierte de que “panadería que pecha, panadería que non volve abrir” por ese gran desembolso inicial que se precisa. Cao tiene servicio de reparto a domicilio y alerta de que “este servizo está en serio risco porque o que antes era asumible agora xa non o é”.

El pan ha subido dos veces ya en los últimos doce meses

El pan es uno de los productos básicos que más se ha encarecido en el último año, con dos subidas en los últimos 12 meses. En octubre de 2021 las panaderías incrementaron entre 10 y 50 céntimos sus piezas. Además, en abril de este año y como consecuencia del paro del transporte y la carestía de cereal derivada de la guerra en Ucrania, las panaderías volvieron a incrementar en un 10% el precio de sus productos para poder seguir a flote y evitar los cierres.

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