Su recién creada asociación se presenta a la comunidad universitaria como profesión de futuro

Los ambientólogos gallegos eligen la ciudad como su sede

María Benavides, Araújo, Maria Pasantín, Cristal Fernández, Carmela Cañedo, Víctor Parada, Sheila López y Caldeiro. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Aunque lleva cerca de un año constituida como tal, la Asociación Galega de Ambientólogos se presentó ayer ante la comunidad universitaria con el objetivo de 'defender los intereses' de la profesión, que en los últimos años ha ido aumentando su presencia en los diferentes sectores empresariales. Quien lo explica es el presidente del colectivo, Hernando Caldeiro, que ayer participó en el acto de presentación junto al decano de la Facultad de Ciencias, Pedro Araújo; la investigadora del CSIC Cristal Fernández y diferentes expertos en el mundo ambiental.
Ourense actuará como 'punto neurálgico' de la asociación, puesto que es en la ciudad donde se imparte en exclusiva el grado en Ciencias Ambientales dentro del sistema universitario gallego. A pesar de que la primera promoción de ambientólogos formados en la comunidad no saldrá hasta el próximo curso, la creación de estos estudios era 'una necesidad' en opinión de Caldeiro porque, hasta entonces, el lugar más cercano para cursarlos era León. En los tres años de desarrollo que ha cumplido, siempre ha cubierto la totalidad de las plazas.


PROFESIÓN CON FUTURO

Amparada por la Coordinadora Estatal de Ciencias Ambientales (CECA), cuenta por el momento con 20 socios y medio centenar de personas participantes en su actividad diaria, una cifra que satisface a sus responsables porque 'todavía estamos constituyéndonos'. Así, hasta la fecha, los esfuerzos se han centrado en recoger las quejas de los profesionales del medio ambiente, que sobre todo se basan en la inclusión de estos trabajadores en las convocatorias ordinarias de empleo. Además, ofertan cursos y descuentos gracias al apoyo de CECA. 'Nuestro principal papel por el momento es de difusión', explica Caldeiro, añadiendo que pretenden también que 'se nos tenga en consideración' a la hora de abordar problemáticas relacionadas con el entorno natural, al igual que hoy ocurre con los ecologistas. En definitiva, consiste en 'aunar el desarrollo sostenible' con el ejercicio de la profesión.

Se trata de un perfil cuya demanda va creciendo y, según cuenta Hernando Caldeiro, 'dentro de la problemática general, es cierto que los trabajos medioambientales sí van teniendo salida'. La necesidad de personas formadas en este ámbito aumenta, al igual que lo hacen las políticas destinadas a su protección o las energías renovables. De ahí que sea una de las carreras del futuro.

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