JUICIO

Tres años de prisión por el atraco a una gasolinera en A Gudiña

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photo_camera El inculpado, ayer en el juicio del Penal 2.

El fiscal rebajó la pena inicial al tener en cuenta su adicción a las drogas

Roberto C.C., acusado del asalto a la gasolinera de Repsol en Erosa (A Gudiña), el 12 de julio de este mismo año así como su posterior huida en un coche sustraído un día antes reconoció los hechos. El fiscal le rebajó a tres los cinco años de prisión iniciales, ya que tiene en cuenta la influencia de las drogas en el inculpado a la hora de delinquir. Por contra, dejó intactas el resto de penas: 10 meses de multa con un cuota diaria de 12 euros por el hurto del coche y dos meses de multa más por las lesiones leves causadas a la empleada de la gasolinera que trató de impedir la sustracción de la caja registradora que había en el interior de la gasolinera.

El juicio, celebrado ayer en el Penal 2, se solventó en apenas unos minutos a las 10,30 horas de la mañana de ayer, con una sentencia de conformidad.

Aunque en la fijación de la condena se tuvo en cuenta una atenuante de drogadicción, también pesó al agravante de reincidencia. En el momento en que ocurrieron los hechos, el acusado tenía suspendidas durante tres años dos penas: una por otro robo con intimidación dictada en abril de 2016 por el Penal 2 y otra de siete meses de cárcel por un hurto (Penal 1) con fecha de noviembre de 2016.

Los hechos que se solventaron ayer ocurrieron en dos escenarios distintos. En Tamagos (Verín), sustrajó el coche con el que se desplazó al día siguiente a una estación de servicio en A Gudiña.

El robo violento ocurrió pasadas las seis y media de la madrugada cuando el inculpado accedió al interior de la tienda y se apoderó una caja registradora que contenía tarjetas telefónicas sin activar así como una garrafa blanca. En el momento en que la empleada se percató del robo, lo persiguió hasta el coche e incluso le sujetó el volante, lo que provocó su caída cuando Roberto C.C. arrancó la furgoneta.

El acusado consiguió fugarse pero finalmente fue localizado con el vehículo sustraído a las 11,40 horas de ese mismo día cuando los conducía por la A-52 con dirección a Verín a la altura de Riós momento en que fue detenido tras ser perseguido por la Guardia Civil. En la furgoneta había varias de las tarjetas telefónicas sustraídas en la gasolinera, así como las tijeras de podas, una máquina de sulfatar o las gafas que había en su interior. 

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