La reducción de arrastres permite rebajar el cloro

Aquagest garantiza que el olor del agua desaparecerá en unos dos o tres días

 Imagen que presentaba ayer el embalse de Cachamuiña. Hace unas semanas estaba seco.
El olor que desprende el agua de la traída desaparecerá de inmediato, entre 48 y 70 horas, según aseguró el gerente de Aquagest, Henry Laíño. Los técnicos echarán menos cloro en los tratamientos al registrarse menos arrastres orgánicos en el río Loña y sedimentar los restos acumulados en la presa.
El agua de la traída a la ciudad recuperará en las próximas horas los parámetros normales, igual que si la captación se realizara en su totalidad en el caudal del Miño. El gerente de la empresa Aquagest, Henry Laíño, y el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, aseguraban ayer que en un plazo de 48 a 70 horas ya no se percibirá el olor que desprendía el líquido elemento en los últimos dos días al llegar a los grifos de las viviendas y negocios. ’Se echarán menos productos químicos porque hay menos arrastres de materia orgánica en el río Loña’, aseguró Demetrio Espinosa, añadiendo que los restos acumulados en la presa de Cachamuiña ’se sedimentaron. El agua está más clara y no precisa de tanto tratamiento químico’.

El agua comenzó a llegar turbia a las casas y desprendiendo un fuerte olor después de que la concesionaria del servicio comenzara a bomberar agua des de las presas de Castadón y Cachamuiña, que hasta hace un par de semanas estaban prácticamente vacías, lo que obligaba a bombear todo el agua del río Miño. ’Había mucha sequía y se produjeron arrastres de matería orgánica’, apuntó el edil de Medio Ambiente.

Por su parte, Henry Laíño, garantizaba ayer la potabilidad de agua. ’Además de los análisis que estamos realizando, se enviaron muestras a la Consellería de Sanidade y a los laboratorios de la Confederación Hidrográfica y no hay ningún problema, la potabilidad está garantizada’, explicó, recordando que todos los años cuando se comienza a bombear agua de Loña, una vez concluido el período seco, ’pasa lo mismo, pero antes no se notaba porque no había tanta sequía y se producían menos arrastres de lodo al llover’, añadió.

Henry Laíño descartó con absoluta rotundidad que la situación tenga la más mínima relación con el cese de la técnica encargada de los tratamientos, como manifestaba ayer el sindicalista del Concello Joaquín Rodríguez. ’Hay un equipo de 36 técnicos muy cualificados controlando el agua. Si se va unos, dos días antes ya hay otro en su lugar’, sentenció.

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