Los montes de la provincia registraron durante la jornada del lunes 40 incendios forestales que calcinaron 150 hectáreas de monte raso y 41 de arbolado, según los datos que maneja la Guardia Civil. Pero no fueron los únicos, dado que el pasado fin de semana se contabilizaron otros 30 fuegos en distintos puntos de la provincia, aunque la mayoría de ellos se quedaron en conatos, tras la intervención de los efectivos de extinción de la Consellería de Medio Rural.
El tiempo soleado y seco de la última semana, según los datos que maneja el instituto armado, favoreció la actividad incendiaria, que continuaba en la jornada de ayer en montes de Viana y Vilariño (Baños de Molgas). En este último, el agente forestal Rafael Cudeiro trabajaba en las tareas de extinción. Eran las seis de la tarde y el técnico, junto con dos brigadas y dos coches motobombas intentaban controlar el fuego aprovechando los descampados que formaban los múltiples prados que hay en la zona. 'Esto es un desastre, no entiendo como se pueden originar tanto fuego en esta época del año', apuntó el agente forestal.
150 FUEGOS
Desde que comenzó el año, los montes de la provincia registraron 150 fuegos, que calcinaron 500 hectáreas de monte raso. Hasta el pasado lunes, la Guardia Civil, junto con el monte raso, también había contabilizado una hectárea y media de arbolado, pero esta cifra se elevó el lunes hasta las 42 hectáreas. La mayoría de los fuegos, según los datos que maneja el instituto armado, fueron provocados por motivos de pastoreo, rivalidades entre cazadores e incluso para ahuyentar a los jabalíes y limpiar fincas.
La Consellería de Medio Rural reconocía ayer que el tiempo seco y soleado de los últimos días facilitó la proliferación de incendios, que atribuye a las quemas de rastrojos de forma incontrolada. Pero la situación no es nueva, dado que, según Medio Rural, en marzo del año pasado sucedió lo mismo; los vecinos aprovechan los días de sol para quemar rastrojos y maleza, conscientes de que se acerca la temporada de máximo riesgo de incendios y entonces no lo podrán hacer.
La colaboración de los agentes de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales y la Guardia Civil permitió sorprender a las 09.15 horas del domingo a un vecino de As Forcadas (Chandrexa de Queixa), Joao A., de 50 años, natural de Angola, prendiendo fuego en un matorral, próximo a su domicilio. El detenido reconoció que había plantado fuego para la regeneración de pasto para sus rebaños de ovejas. El incendio que provocó afectó a tres hectáreas de monte raso del Macizo Central, incluidas en la Red Natura.
La Guardia Civil también imputó en la mañana de ayer a un vecino de Viana, A.F.D., de 46 años, un delito de incendio forestal, tras comprobar que las llamas se habían originado en un finca de su propiedad en la que presuntamente quemó rastrojos sin autorización de la Xunta.
150 FUEGOS
Desde que comenzó el año, los montes de la provincia registraron 150 fuegos, que calcinaron 500 hectáreas de monte raso. Hasta el pasado lunes, la Guardia Civil, junto con el monte raso, también había contabilizado una hectárea y media de arbolado, pero esta cifra se elevó el lunes hasta las 42 hectáreas. La mayoría de los fuegos, según los datos que maneja el instituto armado, fueron provocados por motivos de pastoreo, rivalidades entre cazadores e incluso para ahuyentar a los jabalíes y limpiar fincas.
La Consellería de Medio Rural reconocía ayer que el tiempo seco y soleado de los últimos días facilitó la proliferación de incendios, que atribuye a las quemas de rastrojos de forma incontrolada. Pero la situación no es nueva, dado que, según Medio Rural, en marzo del año pasado sucedió lo mismo; los vecinos aprovechan los días de sol para quemar rastrojos y maleza, conscientes de que se acerca la temporada de máximo riesgo de incendios y entonces no lo podrán hacer.
La colaboración de los agentes de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales y la Guardia Civil permitió sorprender a las 09.15 horas del domingo a un vecino de As Forcadas (Chandrexa de Queixa), Joao A., de 50 años, natural de Angola, prendiendo fuego en un matorral, próximo a su domicilio. El detenido reconoció que había plantado fuego para la regeneración de pasto para sus rebaños de ovejas. El incendio que provocó afectó a tres hectáreas de monte raso del Macizo Central, incluidas en la Red Natura.
La Guardia Civil también imputó en la mañana de ayer a un vecino de Viana, A.F.D., de 46 años, un delito de incendio forestal, tras comprobar que las llamas se habían originado en un finca de su propiedad en la que presuntamente quemó rastrojos sin autorización de la Xunta.
