Jesús María Pérez: "Seguimos manteniendo que el asesino de mi prima es un conocido suyo"
Tres meses han pasado desde que Ourense se conmocionaba con la desaparición de Socorro Pérez y la situación de su familia continúa siendo la misma, "sus padres, sobre todo su madre, están hundidos", explica Jesús María Pérez, primo de la fallecida. "Se han escapado de esta presión durante unos días pero ya han vuelto a la rutina de preguntarse día a día el por qué de los hechos", añade. Una situación que, "seguramente, perdure para el resto de sus vidas".
El portavoz de los familiares asegura que los resultados de la autopsia complementaria al primer análisis, que llegaron a la Comisaría de Ourense el lunes y que revelaron la ausencia de restos biológicos en el cuerpo y en la ropa de Socorro Pérez, "nos ha desmoralizado porque así se descarta la violación, lo que vuelve a abrir infinitas hipótesis y se retrocede bastante en la resolución del caso". Aún así, la familia sigue confiando en la labor de investigación de las fuerzas de seguridad del Estado, "a las que atribuimos todas las competencias para acabar poniendo nombre y cara al asesino o asesinos de mi prima", porque, según Jesús María Pérez, "tampoco descartamos que haya sido más de una persona".
Además, se mantienen con pies firmes sobre su primera hipótesis y afirman que "aunque puede ser el caso de un asesino en serie, atribuimos la responsabilidad de los hechos a alguien que conociese perfectamente a Socorro". A propósito del cambio de versión del conocido de la fallecida, sus familiares insisten en que "esa persona no tiene ningún tipo de credibilidad". En ese sentido, Pérez apunta que "no exigimos a la Policía que nos mantengan informados de todos los pasos de la investigación, es lícito que utilicen los métodos que consideren oportunos", en ese sentido solo piden "rapidez y eficacia".
Ahora, lo único que persiguen los familiares de Socorro Pérez no es otra cosa que "se exponga a la autoridad judicial a quien corresponda". Aseguran que "esto merece justicia, en ningún caso hablamos de venganza", pero reconocen que "lo difícil ahora no es encontrar al asesino, sino tener las pruebas suficientes para condenar a quien haya matado a mi prima".
