La morosidad en las comunidades de vecinos en la provincia, al cierre del año pasado, ascendía a 11 millones de euros, de los que dos millones se correspondían a impagos de entidades bancarias, por su bolsa de viviendas embargadas. Así lo refleja un informe realizado por el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas y el sector reconoce que son cifras demasiado altas para un limitado número de comunicades como el de Ourense.
En realidad, el importe pendiente de pago por los bancos representa el 18% del total en la provincia de Ourense, ligeramente por encima de la media gallega y estatal, que en ambos casos es del 16%. En concreto, la morosidad en Galicia asciende a 94 millones, de los que 15 corresponden a los bancos. Mientras, en España, los propietarios de viviendas deben a sus comunidades un total de 1.606 millones de euros, de los que 256 están impagados por entidades financieras.
'Para ser una provincia como Ourense es grave', señala Esteban Basalo, representante ourensano en el Colegio de Administradores de Fincas de Galicia, del que es vicepresidente tercero. Además, explica que son datos recabados entre los colegiados (no todos los que ejercen esta actividad lo están) y apunta que 'probablemente en 2013 irá aumentando'.
Así, antes era habitual que los bancos domiciliasen los recibos, pero ahora muchos prefieren pagar mes a mes, y otros comunican que agrupan varios recibos para pagarlos todos juntos. 'Y después están los que ni pagan mes a mes ni agrupando', señala Basalo.
Y, mientras tanto, son los propietarios los que tienen que asumir ese coste 'porque si no, le pueden cortar servicios comunes'. Además, se da la paradoja de que tienen que ir contra el banco igual que en su día ellos fueron contra sus propios morosos, acudiendo a la vía judicial. 'Pero plantear un monitorio contra una entidad financiera, para una comunidad es un mundo', reconoce. Una vez que hay resolución judicial, el banco debería pagar, pero no siempre se consigue, aunque no ha ocurrido en la provincia. De persistir el impago, se podría llegar al embargo de la vivienda para la comunidad, caso que no se ha dado en Ourense con bancos (sí alguno con particulares).
Basalo explica que actualmente no le constan promociones donde un banco tenga la mayoría de las viviendas, pero sí se produjo uno de casi un centenar de pisos, en la que una entidad financiera llegó a tener unos 80. Sí hubo un momento de impasse que preocupó a los vecinos, pero se solventó porque la entidad agilizó la venta y dio salida rápidamente a los pisos. Además, en ese tiempo incluso asumió el pago directo de los consumos de los vecinos a los proveedores, hasta vender los inmuebles. 'En otras ciudades es más frecuente que aquí', manifiesta.
'Para ser una provincia como Ourense es grave', señala Esteban Basalo, representante ourensano en el Colegio de Administradores de Fincas de Galicia, del que es vicepresidente tercero. Además, explica que son datos recabados entre los colegiados (no todos los que ejercen esta actividad lo están) y apunta que 'probablemente en 2013 irá aumentando'.
Así, antes era habitual que los bancos domiciliasen los recibos, pero ahora muchos prefieren pagar mes a mes, y otros comunican que agrupan varios recibos para pagarlos todos juntos. 'Y después están los que ni pagan mes a mes ni agrupando', señala Basalo.
Y, mientras tanto, son los propietarios los que tienen que asumir ese coste 'porque si no, le pueden cortar servicios comunes'. Además, se da la paradoja de que tienen que ir contra el banco igual que en su día ellos fueron contra sus propios morosos, acudiendo a la vía judicial. 'Pero plantear un monitorio contra una entidad financiera, para una comunidad es un mundo', reconoce. Una vez que hay resolución judicial, el banco debería pagar, pero no siempre se consigue, aunque no ha ocurrido en la provincia. De persistir el impago, se podría llegar al embargo de la vivienda para la comunidad, caso que no se ha dado en Ourense con bancos (sí alguno con particulares).
Basalo explica que actualmente no le constan promociones donde un banco tenga la mayoría de las viviendas, pero sí se produjo uno de casi un centenar de pisos, en la que una entidad financiera llegó a tener unos 80. Sí hubo un momento de impasse que preocupó a los vecinos, pero se solventó porque la entidad agilizó la venta y dio salida rápidamente a los pisos. Además, en ese tiempo incluso asumió el pago directo de los consumos de los vecinos a los proveedores, hasta vender los inmuebles. 'En otras ciudades es más frecuente que aquí', manifiesta.
