Los trámites previos para el traspaso de la titularidad de la capilla de Os Remedios a la Iglesia han ralentizado la rehabilitación del templo, según el Obispado de Ourense, que ayer advertía en un comunicado público que casi con toda probabilidad tampoco será este año el del reinicio del culto en el templo próximo al Puente Romano y, declarado, con esa estructura bien de interés cultural.
La familia propietaria de la capilla decidió entregar la propiedad a la Diócesis de Ourense, para que las administraciones públicas pudiesen cumplir su compromiso de hacerse cargo de la rehabilitación, puesto que al tratarse de una propiedad privada la opción de la rehabilitación con ayuda pública era imposible. Además, se libraban de los expedientes de sanción advertidos por la Xunta, que pretendía obligarla a proteger este bien cultural.
El coste de la rehabilitación, que ronda los 600.000 euros cuenta, con el apoyo de la Xunta, el Concello y la Diputación pero la recuperación del templo no ha comenzado.
La Diócesis espera que la rehabilitación se realice lo antes posible, para que los ourensanos puedan honrar a la Virgen en la capilla de Os Remedios no ya este año, porque no dará tiempo para septiembre, pero sí para el año 2013.
La capilla de Os Remedios, objeto de gran devoción en la ciudad, se quemó hace ahora dos años, el 287 de julio de 2010 y desde entonces fue objeto de acciones vandálicas, que han sido las que obligaron a la Xunta a amenazar con expedientes sancionadores a los propietarios. El Concello ya realizó obras de urgencia en la estructura.
El coste de la rehabilitación, que ronda los 600.000 euros cuenta, con el apoyo de la Xunta, el Concello y la Diputación pero la recuperación del templo no ha comenzado.
La Diócesis espera que la rehabilitación se realice lo antes posible, para que los ourensanos puedan honrar a la Virgen en la capilla de Os Remedios no ya este año, porque no dará tiempo para septiembre, pero sí para el año 2013.
La capilla de Os Remedios, objeto de gran devoción en la ciudad, se quemó hace ahora dos años, el 287 de julio de 2010 y desde entonces fue objeto de acciones vandálicas, que han sido las que obligaron a la Xunta a amenazar con expedientes sancionadores a los propietarios. El Concello ya realizó obras de urgencia en la estructura.
