El Concello de Carballiño ha decidido cambiar de lugar las atracciones para las fiestas patronales de San Cibrao del próximo año. La decisión de las autoridades locales se debe a las numerosas quejas que han recibido de los vecinos de la Avenida del Balneario y calles próximas después de soportar durante siete días el intenso ruido que ocasionan y lo que es peor, durante una buena parte de cada madrugada.
El alcalde de Carballiño, Argimiro Marnotes, mantuvo estos días, tras finalizar las fiestas patronales, una reunión con los responsables de las atracciones, con el fin de buscar una solución a la demanda de los vecinos del barrio del Balneario, que elevaron en varias ocasiones sus quejas por tener que soportar durante las fiestas todas las atracciones delante de sus casas.
La primera conclusión, tras la reunión, es que para las próximas fiestas patronales ya no se instalarán las atracciones en esa calle, dando por solucionado el problema con los vecinos de esa zona.
Queda ahora pendiente la decisión más difícil y que radica en hallar el lugar más idóneo, de tal forma que se causen las mínimas molestias y que los propietarios de las atracciones tampoco salgan perjudicados, puesto que con su aportación económica se financia gran parte de las fiestas. De esta forma, se pusieron sobre la mesa varias propuestas como la zona del parque municipal, en concreto en la Avenida del Arenteiro, o colocar las atracciones dispersas por varias zonas del centro de la villa, como se hacía hace años.
Antes de tomar una decisión definitiva el alcalde se reunirá con los hoteleros de la villa, para exponerles esas propuestas y que ellos puedan opinar, ya que indirectamente este sector se ve afectado por la colocación de las barracas en una zona u otra. Marnotes aprovecha para felicitar a la comisión de fiestas, por el éxito de las mismas, con una gran participación de público en todas las actividades, recogiendo el sentir de vecinos y hosteleros que también dieron buena puntuación, según señala.
La primera conclusión, tras la reunión, es que para las próximas fiestas patronales ya no se instalarán las atracciones en esa calle, dando por solucionado el problema con los vecinos de esa zona.
Queda ahora pendiente la decisión más difícil y que radica en hallar el lugar más idóneo, de tal forma que se causen las mínimas molestias y que los propietarios de las atracciones tampoco salgan perjudicados, puesto que con su aportación económica se financia gran parte de las fiestas. De esta forma, se pusieron sobre la mesa varias propuestas como la zona del parque municipal, en concreto en la Avenida del Arenteiro, o colocar las atracciones dispersas por varias zonas del centro de la villa, como se hacía hace años.
Antes de tomar una decisión definitiva el alcalde se reunirá con los hoteleros de la villa, para exponerles esas propuestas y que ellos puedan opinar, ya que indirectamente este sector se ve afectado por la colocación de las barracas en una zona u otra. Marnotes aprovecha para felicitar a la comisión de fiestas, por el éxito de las mismas, con una gran participación de público en todas las actividades, recogiendo el sentir de vecinos y hosteleros que también dieron buena puntuación, según señala.
