Tras un no al ir a alquilar un piso o ante un desahucio, muchos no tienen más opción que acudir a entidades como Cáritas, que en el primer semestre de 2009 gastó en emergencia social más que en todo 2008.
La crisis ha generado nuevos pobres. El gerente de Cáritas en Ourense, Ignacio Bedoya, detecta día a día el aumento de las dificultades para abonar la renta del piso. Llevamos todo el año pagando ayudas para alquileres, explica. A las puertas de esta entidad acuden cada vez más personas de entre 25 y 40 años, que hasta la llegada de la crisis eran familias normalizadas, con su puesto de trabajo y su salario, no muy grande, y también está creciendo el número de mujeres que tienen niños pequeños cuya manutención no es compartida por el padre y que tienen dificultades de inserción profesional. También son cada vez más los que van a pedir un trabajo, de lo que sea: limpieza, cuidado de mayores..., indica.
La cifra de las ayudas de emergencia social otorgadas por Cáritas de Ourense revela la magnitud de este problema: sólo en los seis primeros meses del presente año ya ha superado el importe de todo el ejercicio de 2008. De hecho, según explica Ignacio Bedoya, durante el primer semestre de 2009 abonaron 75.000 euros en ayudas de este programa -en el que se incluyen las de pago de arrendamientos o servicios básicos como la luz o el agua-, cuando en todo el año pasado habían gastado 57.000 euros.
Además, en muchas ocasiones, el personal de Cáritas tiene que intermediar con los propietarios. También hay que reconocer la solidaridad de algunos dueños, aunque pocos, que se hacen cargo de la situación y aceptan esperar cuatro o cinco meses hasta que les puedan pagar, indica Bedoya. Desde Cáritas, no obstante, no ven indicios de que la situación pueda mejorar; al contrario, prevén que a partir de octubre -una vez acaben los contratos de verano- repunte esta situación.
Apartamentos para personas con rentas bajas
Cáritas publicará en septiembre las bases para acceder a los 22 apartamentos que destinará a jóvenes de 18 a 35 años y mayores de 60 con rentas bajas, que pagarán entre 140 y 153 euros de alquiler. Están ubicados en un inmueble en la calle Prieto Nespereira, en el casco antiguo. Es una de sus iniciativas para ayudar a colectivos en problemas, pero la crisis también provoca que encuentren más trabas para lograr recursos. Bedoya explica que el plan de emergencia social tiene este año con 60.000 euros de la Fundación Barrié de la Maza, además de donativos y fondos propios. Aunque, cuando piden más ayuda, nos escuchan, porque Cáritas tiene prestigio, pero acaban diciendo que también les afecta la crisis, indica. Una explicación que no le convence: Los bancos siguen teniendo beneficios, aunque menos y pide a estas entidades que hagan un mayor esfuerzo social y pospogan otros menos urgentes.
La cifra de las ayudas de emergencia social otorgadas por Cáritas de Ourense revela la magnitud de este problema: sólo en los seis primeros meses del presente año ya ha superado el importe de todo el ejercicio de 2008. De hecho, según explica Ignacio Bedoya, durante el primer semestre de 2009 abonaron 75.000 euros en ayudas de este programa -en el que se incluyen las de pago de arrendamientos o servicios básicos como la luz o el agua-, cuando en todo el año pasado habían gastado 57.000 euros.
Además, en muchas ocasiones, el personal de Cáritas tiene que intermediar con los propietarios. También hay que reconocer la solidaridad de algunos dueños, aunque pocos, que se hacen cargo de la situación y aceptan esperar cuatro o cinco meses hasta que les puedan pagar, indica Bedoya. Desde Cáritas, no obstante, no ven indicios de que la situación pueda mejorar; al contrario, prevén que a partir de octubre -una vez acaben los contratos de verano- repunte esta situación.
Apartamentos para personas con rentas bajas
Cáritas publicará en septiembre las bases para acceder a los 22 apartamentos que destinará a jóvenes de 18 a 35 años y mayores de 60 con rentas bajas, que pagarán entre 140 y 153 euros de alquiler. Están ubicados en un inmueble en la calle Prieto Nespereira, en el casco antiguo. Es una de sus iniciativas para ayudar a colectivos en problemas, pero la crisis también provoca que encuentren más trabas para lograr recursos. Bedoya explica que el plan de emergencia social tiene este año con 60.000 euros de la Fundación Barrié de la Maza, además de donativos y fondos propios. Aunque, cuando piden más ayuda, nos escuchan, porque Cáritas tiene prestigio, pero acaban diciendo que también les afecta la crisis, indica. Una explicación que no le convence: Los bancos siguen teniendo beneficios, aunque menos y pide a estas entidades que hagan un mayor esfuerzo social y pospogan otros menos urgentes.
