Casares contaría con un carnet de corresponsal de La Región internacional
La presencia de Carlos Casares en La Región comienza en 1962 en una entrevista que se le hace como protagonista, junto con Arcadio López, de un recital de poesía celebrado en el Liceo donde se presentan como dos jóvenes poetas estudiantes en la Universidad de Santiago. Poco después publicaría su primer articulo de opinión y después vendrían las noticias de sus primeros premios literarios y el seguimiento de la carrerea literaria por parte de La Región del joven escritor limiano, sería ya constante.
A finales de los sesenta, yo comenzaba a ejercer mi profesión de periodista y mi relación amorosa con Carlos. Lo primero se materializaba con una sección de opinión sobre noticias cortas locales titulada: “Yo me enteré y se lo cuento a usted”, que firmaba con mis iniciales. Espontáneamente Carlos comenzó a participar en la sección, que pasó a estar firmada por las iniciales de ambos, y se hace cargo de ella durante mi ausencia de unos días que viaje a Madrid. Siempre sostengo que fue en esa sección donde Carlos descubrió el placer y las limitaciones de ese genero periodístico, “la columna de opinion”, en el que la capacidad de decir el máximo posible en el menor espacio posible, atrapar al lector desde la primera línea y rematarla con un final que deja al lector, al menos, sorprendido, son primordiales. Casares llegaría a controlar este género en el que posteriormente se sentiría especialmente a gusto.
En 1972 su descubrimiento de Suecia a donde viaja motivado por su matrimonio con la sueca Cristina, darán como fruto siete crónicas en las que se refleja la admiración y la curiosidad que los españoles de su generación sentíamos por esos países tan lejanos en mentalidad y situación más que en kilómetros. Desde ese viaje y en otros posteriores, Casares contaría con un carnet de corresponsal de La Región que en esos años tenían importante presencia en los países europeos gracias a La Región Internacional destinada a los emigrantes españoles tan presentes en Europa. Eran tiempos en los que el carnet de prensa abría puertas y ayudaba a establecer contactos con solo mostrarlo.
PONIENDO PIE A UNA LUPA
La siguiente colaboración del escritor en La Región fue en 1973, la titulada “Con esta lupa”. Se trata de nuevo de un genero periodístico no menos atractivo que la columna de opinión en el que también se pone en evidencia la capacidad de decir el máximo en el mínimo espacio. Hablo del “pie de foto”.
En este caso Carlos contaba con la colaboración del gran dibujante coruñés Siro, autor de caricaturas de personajes internacionales a las que Casares ponía un texto al pie, mezcla de información y opinión.
Ademas de estas secciones de las que Casares era único autor, el escritor colaboraba en iniciativas y suplementos del periódico como el publicado en 1994 dedicado a recordar los diez años de la muerte de don Vicente Risco del que era gran admirador y del que escribió una breve biografía. Especial importancia tiene su aportación a los regalos que la empresa hacia a sus clientes por Navidad. Esta presencia de Casares en La Región, no solo estaba motivada por su amistad con los dirigentes del periódico, suponía también la continuación de una tradición; la presencia y colaboración que los grandes intelectuales y escritores locales (Cuevillas, Risco, Otero Pedrayo, etcétera) mantuvieron con la Region a lo largo del siglo XX.
