La vacunación se encuentra en una fase de búsqueda de personas que no se inoculasen. El personal de Enfermería en Atención Primaria llama a cada uno de ellos, individualmente, para conocer por qué no lo han hecho. “En nuestro centro de salud somos 20 enfermeras llamando a cada uno de los pacientes de nuestros cupos que nos figuran en la lista de vacunados”, explica Rosa Salgado, coordinadora de Enfermería en A Cuña.
Entre enfermeras de adultos y de niños buscan recaptar a todos los que sea posible para sumarse a la campaña. Pese a ello, una pequeña parte son personas ilocalizables. Esta enfermera estima que entre “un 6 o un 7%” son pacientes que no responden al número de contacto. Este porcentaje puede traducirse en que casi 2.000 ourensanos no son localizados, pese a los esfuerzos de las profesionales. “Hacemos unas tres llamadas, en días diferentes, para darles la oportunidad de ser captados con normalidad”, señala Salgado.
Estos casos son los “menos” y coinciden con personas “jóvenes” que no suelen acudir a los servicios sanitarios, por lo que el contacto puede no estar actualizado. Pese a ello confían en que una parte de ese extracto de población ya esté vacunado y por esa razón no figura en la base de datos.
El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, destacó esta misma semana que el grupo de 30 a 39 años es el más rezagado en la vacunación, seguido por el de 20 a 29. Salgado coincide en que las personas más jóvenes son las que aparecen en este listado de pacientes a los que llaman uno a uno. “Principalmente es gente joven que, por el motivo que sea, no ha acudido. Mayores hay muy pocos porque su vacunación empezó antes”, comenta. Las vacaciones de verano o que son un grupo de población con mayor movilidad laboral dificultaron la vacunación en muchos casos. “Vamos captando a todos los que podemos y algunos incluso ya se vacunaron fuera de la comunidad al estar desplazados fuera de Galicia, pero con el médico aquí”, indica.
Los pacientes con los que contactan y ya tienen la pauta completa, los incorporan a la base de datos del Sergas. Esta es otra de las tareas que desempeña el personal de Enfermería en los centros de salud en estos momentos de la pandemia. Se encuentran casos de personas que viven provisionalmente en otras comunidades o países y aprovecharon las campañas de sus lugares de residencia actual para vacunarse. “Tratamos de actualizar su información con el lote o con la vacuna que recibieron, así queda constancia de que tienen la pauta completa”, afirma Salgado.
Empujón final
No todos los rezagados se vacunaron fuera de Galicia o no acudieron por estar de vacaciones. Los más reacios o dudosos también muestran su opinión y las enfermeras tratan de hacer “educación” con ellos para resolver todas sus inquietudes. “Algunos están poco motivados e intentas que se animen y se les cita para un día que haya vacunación”, comenta Salgado.
Esta labor didáctica sobre la importancia de la vacunación y la seguridad de la misma ayuda a recaptar a personas que no acudieron en su momento. “Esperan ese empujón de un profesional para finalmente acudir. Les recordamos que estamos aquí y que se animen”, explica la enfermera de A Cuña. Aunque una elevada parte de la población está inoculada, queda otra que no lo ha hecho. Salgado recalca la importancia de que “cuantos más estemos vacunados, menor será el riesgo” ante el virus.
Este trabajo de depuración de la información de los pacientes permite conocer realmente la cobertura de la campaña entre la población ourensana. Uno de los ejemplos es el del concello de Avión, con un bajo porcentaje de vacunación debido a que muchos de sus vecinos no residen en el municipio y probablemente se inoculasen fuera. La búsqueda individual de los pacientes permite detectar esos casos y actualizar la información.
