El impacto de la crisis económica vinculada a la pandemia tiene diferentes perfiles. Uno de ellos es la necesidad financiera que tienen las empresas para mantenerse abiertas después de la brusca pérdida de ingresos como consecuencia del covid. Un total de 3.949 empresas de la provincia habían pedido a 31 de enero de este año avales por valor de 545,6 millones de euros.
Así lo demuestran los datos oficiales del Instituto de Crédito Oficial (ICO), que sacó el año pasado una línea de avales vinculados a la suspensión o reducción de actividades económicas. Si se cruzan estos datos con las sociedades mercantiles que el Instituto Nacional de Estadística tiene como operativas en estos momentos en la provincia, se concluye que un 14,8% ha tenido que recurrir a este sistema que en marzo del año pasado dispuso el Gobierno.
¿Qué han permitido estas medidas? Sobre todo aportar tesorería para hacer frente a gasto corriente, como el pago a proveedores o gastos de personal. Los datos del ICO también ponen de manifiesto la diversa estructura empresarial de Ourense en relación al resto de Galicia. En toda la comunidad 36.170 sociedades mercantiles han acudido a los avales, con un importe de 4.266 millones. En el caso de A Coruña, 14.848 negocios recibieron apoyos por valor de 1.723 millones, mientras que en Pontevedra, las cifras son 12.709 sociedades que se repartieron 1.581 millones. Por último, en Lugo 4.731 empresas contaron con 416 millones en avales. Es decir, a Ourense llegó el 12,7% del dinero solicitado por todas las empresas de la comunidad.
Comparativa y devolución
El impacto de la suspensión de actividades ha sido tan importante que los datos del ICO revelan las necesidades de liquidez de las empresas antes y después de la declaración del estado de alarma. Las cifras oficiales contabilizaban a 31 de diciembre del 2019, tres meses antes del estado de alarma, 578 empresas ourensanas que habían pedido avales por valor de 40,7 millones.
Una vez aportados estos recursos las empresas deben asumir la devolución de los créditos, que fueron concedidos por las entidades financieras, ya que el ICO ha actuado como avalista. El problema radica en que una parte de las solicitantes no ha recuperado su operativa y sigue endeudada. David Martínez, presidente de la Asociación Empresarial de Profesionales y Autónomos de Ourense, alerta de que las medidas financieras son una huida hacia adelante "y solo hacen incrementar la deuda monetaria" en las empresas, pymes y autónomos, "lo que puede generar una grave crisis financiera, donde proliferen las mal llamadas empresas zombis que no podrán pagar sus deudas". En su opinión eso les abocará a "procesos concursales, insolvencias y litigios judiciales que no llevarán al tejido productivo empresarial a una situación idónea para reflotar la situación".
Ahora las empresas esperan otro balón de oxígeno: apoyos de la Administración para hacer frente a las devoluciones exigidas y que los bancos, como entidades prestamistas, están esperando.
Las cifras
3.949 - Es el número de empresas que solicitaron los llamados créditos ICO para hacer frente a las necesidades de liquidez.
545,6 millones - Es el importe de los avales que han recibido las solicitantes de la provincia.
14,8% - Es el porcentaje de sociedades mercantiles de la provincia que han necesitado este tipo de medidas puestas en marcha para salvar a las empresas.
Cerca de 90.000 millones en avales a nivel estatal
El Gobierno central pondera que sin la línea de avales la subsistencia empresarial estaría muy complicada por culpa del covid. Las cifras que divulga el ICO demuestran que a 31 de enero de este año 2021, conjuntamente las Líneas de Avales Liquidez e Inversión "han desplegado avales por importe superior a 89.924 millones de euros que han permitido movilizar 118.354 millones de euros en financiación hacia el tejido productivo en 977.574 operaciones", de las que más del 98% han sido suscritas por pymes y autónomos. Sostiene el Gobierno que este sistema "está siendo uno de los programas más eficaces de los países de nuestro entorno de la Unión Europea en cuanto a su uso y extensión en el tejido productivo". De todas formas, ahora quedará por ver qué número de empresas está en condiciones de devolver el dinero prestado. De la misma forma, cumplir con las exigencias de solvencia que impondrán las entidades bancarias para acceder a esos flujos financieros.
