Los viandantes se muestran críticos con el cierre y ponen en duda que exista riesgo para su seguridad

Caso omiso al precinto de la Alameda

Una mujer juega con un niño en el interior de la zona acordonada por la Policía Local. (Foto: Daniel Atanes)
Pese a que el paseo central de la Alameda permanece cerrado desde el 23 de abril, los viandantes hacen caso omiso, después de que el Concello decretase esta medida como precaución por las grietas aparecidas en el aparcamiento subterráneo.
Una vez superada la sorpresa inicial por el precinto del paseo central de la Alameda (ejecutado por la Policía Local el pasado 23 de abril, a instancias del Concello de Ourense como medida de precaución tras detectar grietas en el aparcamiento subterráneo), lo cierto es que los viandantes de este céntrico espacio de recreo ourensano hacen caso omiso a la prohibición de transitar por esta zona.

De hecho, son muchos los que se muestran escépticos sobre su hipotética peligrosidad, manifestando que si el aparcamiento continúa activo -sólo 12 plazas han sido precintadas como medida cautelar-, ‘poco daño puede hacer que las personas sigan paseando por encima’, aseguran.

De hecho, en la cafetería Ala meda, situada al lado del paseo precintado, destacan que no han detectado que la afluencia de clientes haya bajado por esta causa. Sus responsables señalan que les afecta más la meteorología adversa que la prohibición de caminar sobre la Alameda, y aunque están a expensas de conocer cómo se desarrollarán las dos jornadas de la Festa dos Maios (cuya ubicación hubiera sido el paseo central ahora precintado), en las que sí suponen que podrán ver mermada su afluencia de clientela, constatan que la prohibición de utilizar la zona peatonal ‘casi nadie la está respetando ni nadie lo está vigilando de forma rigurosa’. De hecho, algunas de las vallas y cintas colocadas por la Policía Local para delimitar el recinto prohibido están tiradas por el suelo.

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