La escasez de plazas hoteleras es una realidad palpable. Esta realidad, que hace años parecía no tener importancia, ha cogido relevancia una vez llegado el AVE y haberse disparado la llegada de turistas. Al concentrarse los eventos, como el próximo fin de semana, este hándicap de la oferta hotelera se hace notar aún más. Máxime cuando se compara con el resto de ciudades donde ya está implantada la Alta Velocidad Ferroviaria. De las 24 principales urbes AVE, 21 tienen mayor cantidad de plazas hoteleras que Ourense, que es la antepenúltima en capacidad. Al añadirle a los hoteles las plazas de pensiones, como contabiliza la Encuesta de Ocupación Hotelera del INE, Ourense ofrece 1.346 camas para pernoctar. Solo Zamora (1.144) y Palencia (995) tiene menor oferta en establecimientos hoteleros. Urbes manifiestamente más pequeñas como Antequera (1.394 plazas), Ciudad Real (1.483) o Segovia (2.478) tienen una oferta más elevada que la que ofrece Ourense, pese a estar todas por debajo del os 75.000 habitantes. Esto puede indicar dos cosas. Que la influencia del AVE ha generado que se disparasen en estas urbes (ya veteranas con AVE) la oferta, o que Ourense tiene un problema estructural.
POCO PERSONAL
De hecho, otro de los problemas es el poco personal empleado en el sector hotelero respecto a otras ciudades AVE. De hecho, en este apartado Ourense es incluso adelantada por Zamora. Según el INE, hay 136 personas empleadas en hoteles, lo que coloca a Ourense en la posición 23 de 24 del ranquin de urbes. Solo Palencia (99 trabajadores) ofrece menores cifras. Zamora, pese a tener menos plazas, tiene 163 personas empleadas.
Con todos estos mimbres, urge tomar posiciones. La cifra de turistas en Semana Santa marcó máximos históricos en turismo madrileño y la segunda mejor cifra en global, pero la necesidad de articular una estrategia de ciudad para capitalizar la llegada del AVE, coordinar esfuerzos y atraer inversiones se hace cada vez más visible. Ahora, el Concello acaba de aprobar una partida para diseñar una estrategia.
Llega tarde, veremos cuándo se pone en marcha. Pero hay mucho trabajo por delante.
