La rehabilitación de las traseras de la calle, a punto de concluir su primera fase, mejora su imagen

Color y armonía tras Antonio Puga

La primera fase de la rehabilitación de las traseras de la calle Antonio Puga está a punto de finalizar. La actuación, llevada a cabo por la Concejalía de Infraestructuras, incluye la eliminación de tendederos, antenas particulares y otros elementos ajenos a las fachadas, además del repintado de las mismas, agrupando varios conjuntos de edificios por tonalidades. La actuación, que pretende mejorar la imagen de las orillas del Barbaña, cuenta con un presupuesto de 370.000 euros.
Las fachadas traseras de los edificios situados entre el número 32 y el 68 de la calle Antonio Puga, en O Couto, están en pleno proceso de lavado de cara.

No en vano, se trata de la primera fase de una actuación de rehabilitación -que abarca desde el número 2 hasta el 68- que pretende revalorizar el impacto estético de estas fachadas, situadas en las traseras de Antonio Puga y en pleno paseo a orillas del Barbaña.

El teniente de alcalde, Andrés García Mata, visitó ayer las obras que realiza su departamento (Infraestructuras) y explicó que las obras incluyen no sólo el repintado de los muros sino también la eliminación de tendederos, rejillas y antenas individuales.

Además, las obras permitieron sustituir los canalones y bajantes de pluviales por otros nuevos, realizados en cinc. El proyecto de rehabilitación fue diseñado por los arquitectos Tomás Valente y Beatriz Hermida y, según explicaba ayer la Tenencia de Alcaldía, fue consensuado con los vecinos de los inmuebles.

La intervención apuesta por una actuación en las traseras entendidas como un conjunto, con el objetivo de conseguir un impacto estético positivo. Así, se ‘agrupan’‘ varios edificios en tonalidades parecidas (azul, verde y tierra), alternándolos con inmuebles en un tono beige.

Las obras tienen un plazo de ejecución de cuatro meses y las de la primera fase están a punto de finalizar. El presupuesto total es de 370.000 euros, el 90% con cargo a las arcas municipales.

Humanización

Con actuaciones de estas características, Infraestructuras busca humanizar el entorno de las márgenes del río, utilizadas por muchos ourensanos como zona de paseo. El propio García Mata relacionaba ayer estas obras con las realizadas en los número 24 al 40 de la calle Pena Trevinca, cuyo resultado ya se puede observar desde distintos puntos de la ciudad.

Una vez finalizadas las obras, los vecinos podrán olvidarse de los viejos gallineros que afeaban la zona verde de las riberas del Barbaña. El adecentamiento de las traseras de estos inmuebles venía siendo una obra muy reclamada por algunos de los vecinos de estos edificios. Además, contribuirá sin duda a dar una mejor imagen en el entorno del Barbaña. Desafortunadamente, la mejora de las orillas se produce días después de que el río fuera víctima de un importante vertido.

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