Los concellos, a través de sus trabajadores o voluntarios, se afanan estos días por blindar la atención de sus vecinos, especialmente de aquellos que viven solos y tiene una elevada edad. Alcaldes que reparten su propio número de teléfono por el pueblo para que les llamen; que adelantan el dinero de las compras a los vecinos.... Algunos, en su afán de proteger a la población, incluso han "prohibido", literalmente, "a entrada a este termo municipal de persoas non residentes, sen que previa chamada (...), poidan acreditar mediante certificado médico o seu estado de saúde". Así lo ha lanzado el alcalde de Calvos de Randín, Aquilino Valencia, en un bando distribuido por los pueblos y publicado en la web municipal, algo que no podrá hacer, al carecer de competencias.
Por otra parte, los servicios de ayuda siguen prestándose, si bien muchos alcaldes ya reconocen que algunos usuarios decidieron darse de baja al ser cuidados por sus familias en estos tiempos difíciles. Pero muchos, los más vulnerables, aquellos que viven solos o acompañados de otros muy mayores, siguen recibiendo el cuidado de estos servicios, que se enfrentan a un gran problema, la falta de material –guantes, mascarillas o buzos– tras la intervención del Estado y la obligación de priorizar estos suministros a las autoridades sanitarias.
Miembros de Protección Civil de Pereiro colocan los alimentos en la carretilla de una de las vecinas. / Óscar Pinal
Goteo de iniciativas
Con estos ingredientes, las administraciones locales sufren auténticos quebraderos de cabeza en el día a día, y temen que las próximas semanas serán muy duras. Pero ellos están ofreciendo todo lo que está a su alcance. Empezando por grandes villas, como Verín, que ayer ponía en marcha un servicio extraordinario de aprovisionamiento de alimentos y medicinas, destinado a personas de movilidad reducida o que vivan solas.
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En Xinzo de Limia, se reunió por primera vez la Comisión de seguimiento del coronavirus, integrada por la regidora local, Elvira Lama, los portavoces de los distintos grupos, la secretaria y representantes de fuerzas y cuerpos de seguridad locales. La primera decisión es la de localizar a aquellas personas vulnerables y de la tercera edad para hacerle llegar alimentos de primera necesidad y medicinas.
También en Celanova han creado dicha comisión de seguimiento, y han abierto un servicio de ayuda par ala compra de alimentación y medicamentos, llamando a los teléfonos del Concello, Policía Local o Protección Civil. Si fuese preciso, adelantan, estudiarán la exención del pago de tasas e impuestos.
Siguiendo por las villas, en Carballiño también están en contacto con los mayores por si necesitan artículos de primera necesidad o medicamentos para llevárselos, a través de personal del Concello. El PP de la villa un teléfono "en exclusiva" para esa labor, una comunicación "máis efectiva" y advierte de que la lista de personas que viven solas "non é operativa".
En esa comarca, en Boborás, por ejemplo, hacen esta tarea mediante el servicio de Protección Civil.
Ninguno, ni los concellos más pequeños, se inhibe estos días de prestar ayuda a los que más riesgo tienen en la lucha contra la pandemia COVID-19. En Parada de Sil, activaron este servicio si no pueden acudir a las dos tiendas de alimentación del municipio o a la farmacia. Hacen el pedido y Protección Civil lo lleva a casa.
En A Peroxa lo llevan incluso más lejos. "A xente chama ás veces e non hai ninguén no Concello e necesitabamos alternativas", explica el concejal José Manuel Rodríguez. Su teléfono y el del propio alcalde ha sido repartido en bandos por los pueblos. "Pódennos chamar a nós mesmos. Primeiro chaman ás tendas e despois avísannos e facémoslle chegar os pedidos. Se fai falta pagamos nós e despois eles xa nolo abonan", apunta el edil.
Ayer mismo, "un veciño chamou porque tiña un animal mal e necesitaba medicinas e operarios do Concello foron por el e leváronllo", añade Rodríguez:"Hai moita poboación envellecida, non podemos correr riscos".
En Taboadela, el personal de ayuda en el hogar hace compras y lleva medicinas a los que no tienen alternativa, mientras Toén lanzaba el servicio de "entrega a domicilio" ayer mismo, especificando que se atenderá a vecinos con "necesidades reais", en casos "estritamente necesarios" para evitar colapsos, para lo que también piden colaboración vecinal. Todo, dice el alcalde, Ricardo González, gracias a "la labor desinteresada" de los voluntarios de Protección Civil. También señala que "aunque no fue fácil al principio", los vecinos "está cumpliendo" con las órdenes de no salir de casa.
En otros puntos, como Allariz, la capitalidad municipal atiende a mayores y enfermos a través de Servizo Sociais, Municipios como Cartelle, Rairiz de Veiga o A Merca buscan localizar gente "en desamparo" y piden colaboración vecinal para ello. Solo piden que "sean rigurosos y que se alerte de personas que no tengan familiares que se puedan hacer cargo".
FALTA DE MATERIAL
Priorizar la atención es, en estos momentos, fundamental para unas administraciones locales que sufren, por otra parte, la "falta de material" fundamental para el trabajo de asistencia social a los mayores. Encontrar mascarillas, fundas o guantes es una odisea estos días para muchos regidores, tras la intervención estatal que obliga a las empresas a enviar todo o que tengan en stock al Estado.
"Deberían priorizar tamén os concellos, que necesitamos ese material para o servizo de axuda no fogar. Aí non se pode gardar distancia de un metro e é imprescindible", lamenta Manuel Rodríguez, alcalde de Coles. Ahora mismo, no encuentra quien le surta de material.
Lo mismo que en Toén. Antes de la intervención "intentamos conseguir mascarillas pero fue imposible en almacenes farmacéuticos y de droguería. Ahora esperamos que hagan una distribución cuando sea posible", dice González. Comprende que la sanidad va primero, pero aclara: " Hay bastante confusión con los protocolos y no todo el mundo que pide mascarillas las necesita pero sí que necesitaríamos algunas por prevención para nuestro servicio de ayuda a domicilio".
En Amoeiro, con 11 trabajadores de ayuda a comicilio, solo tienen 10 mascarillas. "O xel hidroalochólico está agotado menos mal que tiñamos un bote grande de reserva de hai uns anos e imos tirando mentres nos mandan máis", indica su alcalde. Confiesa que otros le han pedido material, pero "se non temos para nós...".
A última hora, a otros
"A nosotros nos llegó hoy (por ayer) a primera hora, hasta ahora no teníamos nada. Es muy difícil conseguir material", apunta Álvaro Vila, alcalde de Taboadela. En A Peroxa, tras recorrerse muchas empresas, "conseguímolas o venres a última hora" y el servicio de ayuda en el hogar, de momento, está servido. Lo que detectan varios alcaldes es que hay usuarios de ese servicio que se dieron de baja, para evitar contactos con personas del exterior. De momento, no parece tener pronta solución, porque el material urgen en el área sanitaria –igual que en toda Galicia–, por lo que los ayuntamientos parece que no lo tendrán fácil.
Ola solidaria
Lo que sí podrán seguir haciendo, es seguir prestando esos servicios para blindar la comida y los medicamentos. Algo que se extiende por todas las comarcas.El Concello de Laza, en colaboración con la Cruz Roja de Monterrei ha puesto en marcha un servicio de colaboración para casos de urgencia en los que los vecinos no puedan salir de casa y habilitaron un teléfono, al igual que hará Oímbra. En este último concellos, además, personal de la farmacia se desplazará a los centros sociales para hacer entrega de la medicación que haya sido recetada por los facultativos.
En Cualedro, está garantizado el aprovisionamiento de alimentos, en colaboración con Protección Civil, mientras que en A Gudiña, una vez realizada la compra vía telefónica en un supermercado o farmacia servicios sociales se lo llevará a los grupos de riesgo que lo precisen. En Vilar de Barrio también atienden la llamada de vecinos en situación de vulnerabilidad, al igual que
Puerta a puerta
En Arnoia, la comisión de seguimiento puso en marcha la asistencia "puerta a puerta" a mayores y personas vulnerables socialmente, en especial las que viven solas. El servicio lo presta personal voluntario que ha quedado liberado de sus trabajos al cerrar el centro municipal para el desarrollo activo de las personas mayores, así como alguno que llevaba a cabo la realización de actividades lúdicas y deportivas municipales, también suprimidas. Así, este grupo integrado por siete voluntarios más el alcalde, Rodrigo Aparicio, dedicó la jornada de ayer a visitar alrededor de 12 viviendas en las que residen personas mayores sin apoyo . María Luisa Domínguez, dinamizadora en el centro de mayores, señalaba que se incorporó al servicio porque "la dinamización está paralizada y estamos dirigiéndonos a las familias que están más aisladas para comunicarles que estamos para lo que necesiten". Les entregan un teléfono de referencia al que llamar "porque muchas no tienen posibilidad de transporte, ya que utilizaban el autobús escolar para desplazarse, y con el fin de evitar que salgan de casa les decimos que llamen y nos acercamos para lo que precisen, si necesitan ir al centro de salud o que les llevemos alimentos."
También apunta a que "la gente está muy concienciada y guarda el aislamiento, están siendo muy responsables y se muestran muy agradecidos por este servicio que prestamos". El alcalde de Arnoia confirmaba que además de estas visitas "se hace un seguimiento y control telefónico mediante llamadas habituales a sus domicilios para ver cómo se encuentran y si necesitan algún tipo de ayuda".
Trabajadores del Concello de Arnoia visitaron ayer a vecinos sin apoyo.
¿Impedir el paso?
Algunos concellos piden que los no habituales se abstengan de ir. San Xoán de Río, Trives o A Veiga habían pedido que no fueran a instalarse, pero Calvos de Randín quiso llegar más lejos ahora, estableciendo en un bando una "prohibición" de paso a quienes no certifiquen que están bien de salud. Una iniciativa que no tiene mucho recorrido, ya que según las fuentes consultadas, "n tienen competencias para ello, cuando se ha hecho en poblaciones de Murcia o Cataluña el confinamiento ha sido por directrices de la comunidad autónoma y el Gobierno". Este periódico intentó contactar con el alcalde, sin éxito.
