Condenado por dejar que sus vacas coman en fincas ajenas

En una de las fincas afectadas por los daños, las reses comieron 360 kilos de castañas y en otra, 470 alpacas de hierba

José Antonio Blanco, de 71 años, entonó el "mea culpa" y reconoció el delito continuado de daños que le imputaba el ministerio fiscal por dejar que sus vacas pasten a sus anchas en las fincas de sus vecinos de Escourido (Manzaneda). Por este motivo, será condenado a una multa de 15 meses a razón de tres euros al día, además de tener que indemnizar a dos de los perjudicados con 853 euros y 1.119 para resarcirlos de los desperfectos causados.

Aunque el acusado en otras ocasiones tuvo conflictos con varios propietario de fincas afectadas en relación de los desperfectos, los hechos que ayer llegaron al Juzgado de lo Penal 2 sucedieron el 4 de abril de 2012 entre las nueve y las 12 horas. Las vacas del inculpado, que deambulaban sin ningún control y sin que nadie las vigilase, entraron en la fincas de la zona denominada A Roda, propiedad de Manuel G.D. Las reses no sólo pastaron la hierba de la finca sino que rompieron las alambradas y las cuerdas del pastor eléctrico. El perjudicado no pudo recoger 470 alpacas de hierba. Aún con todo, renunció a las acciones civiles y penales que le correspondían.

Asimismo, el 31 de octubre de ese mismo año, sobre las diez y media de la mañana, las vacas del inculpado entraron en las fincas de O Barreiro, propiedad  de Serafín R. y Javier C. En la primera, comieron 360 kilos de castañas, la hierba de la finca y causaron desperfectos en el muro del cierre.  En el otro caso, rompieron la malla metálica, el cierre y comieron los nabos, el repollo y la remolacha que estaban allí plantados.

Las reses, según reconoció el inculpado, entraron a lo largo de 2012 en varias ocasiones en estas dos últimas fincas para pacer o comer las castañas u otros productos plantados.

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