La presentación del proyecto elaborado por el Concello para realizar la integración de la nueva línea ferroviaria a su paso por la ciudad abre el camino para acometer la mayor transformación urbana que sufrirá Ourense en las próximas décadas. Pero son todavía muchas las cuestiones que quedan pendientes por resolver antes de que comience esa gran transformación.
Así, el Concello tiene aún la tarea pendiente de lograr un consenso sobre la integración urbana que, por el momento, no existe ni entre los partidos políticos ni con las principales organizaciones sociales ourensanas y que, según la experiencia de otras ciudades, es fundamental para el desarrollo del proyecto. De hecho, la falta de consenso que puede lastrar los plazos de ejecución de la obra, que ya se prevén extensos debido a su envergadura, además de ocasionar que la solución que finalmente se adopte no sea la que más se ajuste para evitar la división urbana que actualmente marca la línea del tren.
El alcalde, Francisco Rodríguez, advertía ya en la presentación del proyecto que espera 'aportaciones constructivas' que permitan enriquecer su propuesta. En la corporación local, cuenta con el apoyo de sus socios de Gobierno, el BNG, pero no con el de la oposición, el PP, que desde hace tiempo se sumó a los colectivos que demandan el soterramiento de las vías en toda la zona urbana y ya se pronunció en contra de la solución .
Mientras, queda por pronunciarse la CEO, que -junto a la Cámara- fue la primera entidad en pedir el soterramiento. La organización empresarial someterá la propuesta del Concello a su comité ejecutivo, antes de emitir su valoración pública. La Cámara, no obstante, ya ha avanzado su primera impresión sobre el proyecto, en el que detectan carencias en materia de accesibilidad. En otras organizaciones, como el Colegio de Arquitectos o los sindicatos, así como comerciantes y vecinos de la zona, existe descontento sobre la propuesta municipal.
Además, aunque el alcalde transmitió el proyecto municipal al ministerio de Fomento y a la Xunta antes de presentarlo públicamente, el presidente autonómico, Alberto Núñez alegó el pasado viernes que no tenía más conocimiento del plan municipal que lo publicado en los medios informativos. Unas manifestaciones ante las que el alcalde pidió 'responsabilidade', ya que la Xunta tiene que participar en la intervención.
En este sentido, otro paso pendiente para la integración urbana es la constitución de un consorcio en el que participen el Ministerio de Fomento, la Xunta de Galicia o el Concello, además de organismos ferroviarios como Adif. En otras ciudades, este órgano ha sido fundamental para ejecutar la integración urbana, ya que ha permitido consensuar los criterios de intervención y, además, establecer la financiación de la obra. La creación de esta entidad es una promesa recurrente desde hace años y el actual ministro de Fomento, José Blanco, prometió su 'inminente' constitución ya en dos ocasiones, pero todavía sigue pendiente.
El alcalde, Francisco Rodríguez, advertía ya en la presentación del proyecto que espera 'aportaciones constructivas' que permitan enriquecer su propuesta. En la corporación local, cuenta con el apoyo de sus socios de Gobierno, el BNG, pero no con el de la oposición, el PP, que desde hace tiempo se sumó a los colectivos que demandan el soterramiento de las vías en toda la zona urbana y ya se pronunció en contra de la solución .
Mientras, queda por pronunciarse la CEO, que -junto a la Cámara- fue la primera entidad en pedir el soterramiento. La organización empresarial someterá la propuesta del Concello a su comité ejecutivo, antes de emitir su valoración pública. La Cámara, no obstante, ya ha avanzado su primera impresión sobre el proyecto, en el que detectan carencias en materia de accesibilidad. En otras organizaciones, como el Colegio de Arquitectos o los sindicatos, así como comerciantes y vecinos de la zona, existe descontento sobre la propuesta municipal.
Además, aunque el alcalde transmitió el proyecto municipal al ministerio de Fomento y a la Xunta antes de presentarlo públicamente, el presidente autonómico, Alberto Núñez alegó el pasado viernes que no tenía más conocimiento del plan municipal que lo publicado en los medios informativos. Unas manifestaciones ante las que el alcalde pidió 'responsabilidade', ya que la Xunta tiene que participar en la intervención.
En este sentido, otro paso pendiente para la integración urbana es la constitución de un consorcio en el que participen el Ministerio de Fomento, la Xunta de Galicia o el Concello, además de organismos ferroviarios como Adif. En otras ciudades, este órgano ha sido fundamental para ejecutar la integración urbana, ya que ha permitido consensuar los criterios de intervención y, además, establecer la financiación de la obra. La creación de esta entidad es una promesa recurrente desde hace años y el actual ministro de Fomento, José Blanco, prometió su 'inminente' constitución ya en dos ocasiones, pero todavía sigue pendiente.
