El sector de la construcción continúa sin despegar. La situación se refleja en la tramitación de las licencias de obras concedidas por el Concello de la ciudad durante el año pasado.
Según los datos facilitados por la propia entidad municipal, a lo largo de 2013 fueron expedidas 158 licencias de obra mayor, lo que significa un incremento con respecto al año anterior, cuando, según el Instituto Galego de Estatística, los permisos concedidos fueron 96.
No obstante, más que el número, habría que fijarse en las características de las obras a las que se dio vía libre. A diferencia de los años del bum del sector, más que nuevos edificios de pisos, los permisos avalaron en su mayor parte viviendas unifamiliares, rehabilitación de inmuebles y la construcción de garajes o galpones anexos a construcciones. De hecho, y aunque en el Concello no se facilitan detalladamente los datos de 2013, de las cifras que maneja el Instituto Galego de Estatística ya se refleja que sólo seis de las 96 licencias concedidas en la ciudad en 2012 eran para edificaciones de nueva planta.
En el caso de 2013, el incremento se podría explicar también en que se produjo una agilización de los expedientes de tramitación de los permisos para que no se vieran afectados por la suspensión de licencias en la mayor parte de la ciudad -con excepciones-, que entró en vigor a finales del pasado noviembre, después de que el pleno aprobase inicialmente, el día 8 de aquel mes, el nuevo Plan Xeral, ahora en fase de exposición al público.
Así, en la junta de gobierno inmediatamente anterior a la aprobación inicial del planeamiento, las licencias concedidas se centraban en tres viviendas unifamiliares, la rehabilitación y ampliación de un edificio en Cardenal Quevedo y la construcción de un almacén y un garaje anejos a una vivienda unifamiliar.
También en el ámbito urbanístico, el Concello ourensano concedió el año pasado 63 licencias de ocupación de edificios y 153 de apertura. De entre estas últimas, 77 fueron estrictamente de apertura, mientras que 74 acarreaban también la realización de obras. En dos casos, además, la licencia de ocupación se produjo después de la apertura.
Cambios normativos
La suspensión de licencias no afecta al suelo rústico y a los núcleos rurales siempre y cuando cumplan las condiciones del planeamiento vigente (1986) y coincidan con la del nuevo, al igual que ocurre en el suelo urbano, ni tampoco afectará a los ámbitos incluidos en la ordenación provisional. Desde el departamento municipal de Urbanismo se considera que esta situación de suspensión de licencias -acordada por un plazo de dos años o hasta la aprobación definitiva del nuevo planeamiento- no tendrá grandes repercusiones debido a la actual situación de crisis económica.
De hecho, lo que sucede en la actualidad es bastante diferente a lo que ocurría semanas antes de la previsible anulación del Plan Xeral de 2003, que finalmente se produjo en marzo de 2011. Aunque en aquel momento la crisis ya era una realidad, en los meses previos a la sentencia de Tribunal Supremo fueron muchas las licencias de nuevos edificios que se tramitaron y agilizaron. Ocurrió con la del centro comercial de Hipercor, que se concedió apenas tres días antes de la nulidad definitiva del planeamiento, y también con las de las torres diseñadas en A Chavasqueira. En el primer caso, no obstante, la licencia fue anulada posteriormente por los tribunales al estar recurrida antes de que fuese firme y en base precisamente a la anulación del planeamiento.
