Dos profesionales del hospital testificaron por la muerte del concejal de Castrelo tras una prueba

'Contradicciones' en el caso del edil fallecido en el CHUO

A la izquierda, el abogado de la familia, José Arcos; a la derecha, la viuda del edil, Gloria Carnero. (Foto: JOSÉ PAZ)
El Juzgado de Instrucción número dos de Ourense tomó ayer declaración a la jefa del servicio de Farmacia del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), así como a una auxiliar de enfermería, para esclarecer la muerte del edil de Castrelo Manuel Castro, que falleció tras someterse a una colonospia rutinaria en septiembre de 2010 en este centro hospitalario.
Ambas comparecieron ante el magistrado que instruye la causa en calidad de testigos después de que ya lo hiciese el pasado mes la enfermera que atendió en su día al concejal, que falleció por un 'fracaso multiorgánico' poco después de someterse a la prueba. También testificaron ya dos facultativos a principios de 2012.

La víctima del caso falleció al poco de que se le inoculase por vía intravenosa un medicamento anestésico (Propofol) que, según determinó en su día la autopsia que se le practicó y las muestras analizadas, estaba contaminado por una bacteria.

El abogado que defiende a la familia del fallecido, José Arcos, expresó ayer, al término de los nuevos interrogatorios, que se produjeron contradicciones entre la versión que sostuvo la auxiliar de enfermería y la de la enfermera al referirse ambas a la administración del sedante para realizar la colonoscopia.

Precisamente, según el letrado, mientras que la última llegó a reconocer que realizaban preparados del mismo vial de 50 mililitros para varios pacientes, la primera habría asegurado que se empleaba 'un único embalaje para un único paciente'. Sea como fuere, el abogado indicó que 'o que está claro é que algo fixeron mal'. Para justificar este extremo, José Arcos se refirió ayer al testimonio que ofreció la responsable de Farmacia. Ésta, según el letrado, explicó que los viales del sedante se deben conservar a menos de 25 grados y que deben desecharse a las doce horas. Asimismo, según Arcos, todo apunta a que pudo haber una mala conservación del envase en la sala de endoscopias, dado que, mientras el resto de viales del medicamento (del mismo lote) no estaban contaminados en las dependencias de Farmacia, según indicó la responsable de su custodia; sí lo estaba, según indicó el letrado, el que había en sala número uno de pruebas endoscópicas y se usó.

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