Los profesionales del sector reconocen que la petición de sus servicios subió en más de un 20%

Los controles de alcoholemia disparan la demanda de taxis y autobuses para ir de cena


Autobuses y microbuses aparcados y paradas de taxis vacías. Así es el entorno del parque de San Lázaro de la ciudad en los días 'punta' de las cenas navideñas. No en vano, los controles de alcoholemia y la concienciación vial llevan a que, cada vez más, los ourensanos opten por dejar el coche en el garaje para salir de fiesta. Así las cosas, no es de extrañar que los taxistas hayan visto incrementada su actividad en las noches de los fines de semana hasta un 25%, cifra parecida a la de los autobuses.

'Se nota muchísimo e incluso hay gente que te dice que va en taxi para no coger el coche. También hay quien sale en coche, bebe, se va en taxi y recoge el coche al día siguiente'. De esta forma se refleja en el trabajo de un taxista de la ciudad el incremento de los controles de alcoholemia y el endurecimiento de las sanciones por positivo en alcohol. Es más, según Francisco Álvarez, 'este año aumentó un 25% el trabajo que hacemos de noche los fines de semana'.

La tendencia de todo el año se agudiza en Navidad, una época en la que proliferan las cenas de empresas. También cada vez más, los conductores optan por buscar medios de transporte alternativos a su coche que les permita beber alcohol sin tener que ponerse al volante. 'A lo largo del año hemos notado un incremento notable de alquiler de microbuses y autobuses, alrededor de un 20%', explican desde Autos González. No en vano, diciembre 'es una fecha normal de demanda. Este año haremos 20 ó 25 servicios de cenas, muy parecido al año pasado, cuando se notó mucho por el carné por puntos. Lo que sí hay ahora es más solicitudes de presupuestos', asegura Julio Álvarez, de Alfer. Alquilar un microbús para este tipo de servicios cuesta entre 200 y 275 euros. 'Al final, repartido entre todos, el gasto es mínimo y te libras de preocupaciones', afirma un usuario.

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