La cooperativa ourensana se reafirma como la primera de España en el sector agroalimentario
El Grupo Coren cerró el ejercicio de 2014 manteniéndose como la primera cooperativa del sector agroalimentario de España y registrando unos resultados positivos, entre los que sobresale el destacado incremento de las magnitudes de producción cárnica y de alimentación animal.
En concreto, la producción avícola de Coren superó el año pasado los 103 millones de kilos, lo que representa un aumento del 9% con respecto al ejercicio anterior. En porcino, la producción creció hasta los 85 millones de kilos, un 5% más que en el año 2013.
En este sentido, destaca también la buena evolución de las producciones de valor añadido del Grupo Coren, entre las que sobresalen el Pollo de Corral, el Huevo Campero o la gama Selecta de cerdo alimentado con castañas, todas ellas con una gran acogida en el mercado y por las que la cooperativa prevé seguir apostando en próximos años. En paralelo al incremento de las producciones cárnicas, creció también la demanda de alimentación animal. Esto se tradujo en un incremento de la producción del 6%, hasta los 900 millones de kilos.
En lo que respecta a las magnitudes económicas, destaca la reducción del volumen de deuda de la compañía, que descendió un 18% durante el año pasado, situándose por debajo de los 100 millones de euros. El Grupo Coren prosigue así la amortización de deuda que viene desarrollando en los últimos años, a la vez que continúa realizando las inversiones necesarias en las distintas áreas de la cooperativa para mantener la competitividad del negocio –que ascendieron a 15 millones de euros en 2014–, lo que acredita su estabilidad financiera para encarar los nuevos retos de futuro.
Mientras, la facturación del grupo se situó en 945 millones de euros, una cifra muy positiva en cuya evolución con respecto al año anterior no ha influido la reducción de las producciones de la cooperativa, sino que se debe al descenso de precio que han registrado las materias primas de alimentación animal. Esta moderación del coste de las materias primas es positiva para la evolución del sector productivo.
