OURENSE

La crisis dispara los delitos de estafa, que suben un 30% en un año

La Policía detecta un incremento sobre todo en internet, en forma de falsas entidades bancarias que logran datos personales de sus víctimas

La compraventa de productos o servicios de forma fraudulenta o las simulaciones de delitos con el objeto de cobrar pólizas contratadas con compañías de seguros han aumentado considerablemente desde el inicio de la crisis. De ello dan buena cuenta las diligencias previas tramitadas en los juzgados de instrucción y las denuncias que investigan las fuerzas de seguridad.

Según asegura la Policía Nacional, las estafas, por ejemplo, aumentaron el último año un 30%, el repunte interanual más acusado desde 2008. En el año 2014, que acaba de finalizar, se formularon en la Comisaría un total de 24 denuncias por delitos (fueron 18 en 2013) pero fueron muchas más teniendo en cuenta las faltas (las cantidades defraudadas no exceden los 400 euros) así como los casos tramitados por la Guardia Civil en el resto de la provincia y aquellos que llegan directamente a los juzgados de guardia.

Según valoran fuentes judiciales, a lo largo de un año cada uno de los tres togados de instrucción de la ciudad puede llegar a tramitar alrededor de 60 casos, incluyendo las simulaciones de delitos, un tipo penal que va parejo a la estafa. Antes de la crisis, aseguran que apenas llegaban a las 20 diligencias previas por juzgado. “Desde 2007 se triplicaron”, dicen.

Este último viernes se veía uno de tantos procedimientos en el Juzgado de lo Penal 2. La fiscal acusaba a Alejandro B.R.,un vecino de la calle Nosa Señora de A Saínza, de denunciar en septiembre de 2011 la sustracción de joyas valoradas en 25.000 euros en su piso cuando, según la acusación, el citado robo no se había producido.

El objetivo, sostiene el ministerio público, era cobrar un póliza de hogar que cubría un importe de 4.080 euros en caso de sustracción de joyas. La denuncia falsa y la tentativa de estafa pueden costarle, en caso de prosperar la tesis de la fiscal, una condena de 13 meses de prisión.

Esta picaresca no es nueva pero ocurre que afloran más casos en periodos con dificultades económicas, tal como asegura un magistrado de la ciudad, sobre todo, en lugares en donde el desempleo es más patente.



Nuevo delito

Lo que sí es un delito de nuevo cuño de dos años a esta parte, dice el comisario de Policía de Ourense, Amable Valcárcel, son las estafas cometidas al amparo de internet. De hecho, en sus últimos discursos públicos dejó constancia de esta preocupación. En la mayoría de los casos, según valora, son estafas de pequeñas cantidades de dinero por la compra de bienes online en portales de anuncios o cargos en tarjetas de crédito a través del phising. Tanto a la Audiencia como a los dos juzgados de lo Penal ya han llegado procedimientos abreviados en los que personas radicadas en el extranjero logran engañar, simulando ser una entidad bancaria, al titular de un depósito para que le proporcione datos personales con los que después poder hackear la cuenta y sustraer dinero.

La resolución de estos casos es factible siempre y cuando el fraude tenga su origen en España, pero no así cuando la actividad delictiva parte desde algún país extranjero, donde ya es necesario solicitar comisiones rogatorias que dilatan y complican las investigaciones.

Asimismo, el pasado año irrumpió una modalidad de estafa hasta ahora sin incidencia notoria; se produce en torno a la energía eléctrica y es de intensidad creciente, hasta el punto de que la llamada Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría, en el marco de la Operación Kilowatio, detuvo a dos personas, vinculadas a la comercializadora Inserimos Energía SL, a las que responsabilizó de 71 estafas con facturas de la luz y que exigían la manipulación de los contadores.

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