La compra de ramos para las tumbas de los cementerios genera un millón de euros sólo en la ciudad

La crisis estabiliza el precio de las flores

Aspecto que presentaban ayer los puestos de la Praza.  (Foto: Martiño Pinal)
El precio de las flores no se disparó en los días previos al de Todos los Santos, algo que era habitual otros años. Las floristerías, conscientes de la crisis económica, mantienen los precios del año pasado para mantener las ventas.
Los 3.752 nichos y las 673 sepulturas que hay en los tres cementerios de la ciudad (San Francisco, As Caldas y Santa Mariña), además de los de decenas de camposantos en la provincia, lucían ayer otro aspecto. El domingo será el Día de Todos los Santos, la compra de flores se dispara pero las coronas, ramos y centros no subieron de precio, algo que venía siendo habitual otros años al llegar estas fechas. La crisis económica obligó a las floristerías a contener tarifas: ‘Estamos trabajando con los precios de todo el año. La docena de claveles, por ejemplo, está a seis euros’, afirmó la gerente de la floristeria Milvia, Milagros Atrio.

Los puestos de flores de la Praza de Abastos de la ciudad estaban a las 11.00 horas abarrotados de clientes. ‘Adquirí dos ramos de margaritas y una docena de azuzenas. Todo me costó 30 euros’, afirmaba un clienta, Mercedes García. Los floristas incluso colocaron en sus negocios carteles para dar a conocer sus ofertas: 25 rosas por 28 euros, se podía leer en uno de los anuncios; y en un recorrido por los puestos situados en la escalinata de la plaza se podían ver ramos a 18 euros, plantas de margaritas a ocho y crisantemos a 15. También había centros de hasta 75 euros y más, dependiendo de la cantidad y el tipo de flores.

Mercado millonario

El mercado, según los datos recogidos en varias floristerías, mueve durante este fin de semana más de un millón de euros sólo en la ciudad. ‘Si subes los precios, algo que se venía haciendo otros años al ser una fecha puntual, la gente no compra, se apaña con las que tiene en el huerto’, añadió Milagros Atrio.

Y con las flores, a los camposantos. La mayoría de los visitantes portaban, además de las flores, cubos y escobas para adecentar los panteones y las sepulturas. La media docena de contenedores de basura que hay en el exterior del cementerio de San Francisco, por ejemplo, estaban llenos de flores secas, cintas decorativas, musgo, hojas y tierra, retiradas de lápidas y hornacinas para colocar los nuevos ramos.

La conmemoración de Todos los Santos también se observa en los escaparates de las confiterías, donde proliferan los tradicionales ‘huesos de santo’ de múltiples sabores y otros dulces típicos de la ocasión.

Camposantos llenos, menos Santa Mariña

En el cementerio de San Francisco, de la ciudad, ya no se pueden construir nuevas sepulturas ni panteones. El Concello aún autoriza las inhumaciones y continúa renovando la concesión de sepulturas a todas las personas que lo solicitan al tener allí enterrados sus seres queridos. Pero la adquisión de nichos tiene que se obligatoriamente en el cementerio de Santa Mariña que, según la concejala de Benestar Social, Sanidad y Cementerios, Marga Marín, no está saturado. ‘Hace un año, se llevó a cabo una ampliación. Se construyeron 104 nichos y aún hay 49 sin vender’, dijo la edil.

Hasta que no sean adjudicados estos nichos, el Concello no tiene previsto realizar una nueva ampliación. La situación no es igual en el resto de la provincia, donde la mayoría de los camposantos están saturados, caso de Celanova, Verín y O Barco, y se hace imposible una ampliación al carecer de suelo en los alrededores. Un nicho suele costar una media de 7.000 euros.

Las incineraciones ganan terreno cada año

En los camposantos de la ciudad hay 3.752 nichos, 673 sepulturas y 480 ceniceros (huecos para depositar cenizas). A la hora de fallecer una persona y organizar su entierro, en la ciudad aún predominan las inhumaciones sobre las incineraciones, aunque éstas ganan terreno todos los años, al ser menores los costes (230 euros).

Durante este año, en el cementerio de San Francisco recibieron sepultura 113 personas, mientras que en el de Santa Mariña hubo 145 entierros. El de As Caldas registró 15 entierros. Pero no fueron estos los únicos enterramientos en la ciudad, dado que 184 familias decidieron incinerar los restos de sus seres queridos. En el 2008, el número de incineraciones fue de 178. En los cementerios ourensanos también fueron enterrados tres fetos durante este año, además de otras 25 cremaciones de restos, que fueron retirados de sepulturas y nichos a cuyos propietarios le había caducado la concesión y optaron por no renovarla, según los datos que maneja el Concello.


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