FUEGO FORESTAL

Cuarenta y ocho parroquias de Ourense en alto riesgo de incendio

finca sin desbrozar en calle Balneario
photo_camera Finca sin desbrozar en una de las localidades ourensanas.

A partir de este 1 de julio arranca la temporada de alto riesgo de incendio, con Ourense en el punto de mira por ser la provincia de Galicia con más zonas altamente incendiables 

El periodo de alto riesgo de incendios arranca en Galicia este lunes, 1 de julio, sin que hayan comenzado los trabajos sobre el terreno en el marco del convenio entre municipios y Xunta para que la empresa pública Seaga se encargue de las tareas de limpieza de las franjas secundarias --alrededor de núcleos--. Por ello, los 43 ayuntamientos con parroquias de alta actividad incendiaria --hay 71-- afrontan con medios propios estas tareas.

Así lo han trasladado diferentes alcaldes de municipios con parroquias de alto riesgo de incendio, que este año bajan a 71 tras la salida de la lista de media docena que figuraban en 2018 en los municipios coruñeses de Cee y Porto do Son, así como en los ourensanos de Boborás, Carballeda de Valdeorras, Monterrei y Lobeira.

Por su parte, la provincia de Ourense se mantiene como la que más parroquias de alto riesgo tiene (48). Lejos se sitúa Pontevedra (15), seguida de A Coruña (7). Lugo solo cuenta con una en su capital (parroquia de Bóveda).


A buen ritmo


En Calvos de Randín, en Ourense, su alcalde, Aquilino Valencia (PSOE), destaca que las tareas de desbroce van a buen ritmo, a través de personal propio, y no solo en Randín y Calvos, las dos parroquias de alta actividad incendiaria que recoge el Pladiga.

"Se están intentando hacer los desbroces de las franjas en todo el Ayuntamiento. Y ahora empezaremos con los caminos y las pistas", ha expuesto.

Según indica, en este municipio hay "alguna ganadería", pero, por su parte, atribuye los "conatos" de incendio a la problemática asociada a "la colindancia con Portugal". "Siempre nos da algún problema", lamenta.

También el hecho de contar con superficie de monte, que es "más propenso a facilitar las cosas al incendiario", y lo que le lleva a entender que haya "más número de intentos".

A su juicio, el nuevo teléfono para denuncias, "si va a ser más o menos útil lo dirá el tiempo", aunque entiende que con los medios disponibles hasta ahora no había "tantas dificultades". El "problema mayor", según recalca, "está en que a veces se sabe que es el vecino tal, pero no se dice, y se le está encubriendo".

En cuanto a las brigadas municipales contra incendios, espera "que se puedan consumar dos" en su consistorio en un procedimiento que iniciará en estos días.


A Mezquita no se adhiere a un convenio "poco claro"


El municipio ourensano de A Gudiña es el que tiene más parroquias de alto riesgo de incendio en Galicia, con un total de seis (Carracedo da Serra, A Gudiña, O Canizo, Pentes, Parada da Serra y O Tameirón). Le sigue A Mezquita, con cuatro. Ya con tres parroquias están Vilariño de Conso, Manzaneda, Lobios y el coruñés de Ribeira.

Precisamente, A Mezquita es el segundo municipio con más parroquias de alto riesgo en Galicia, con un total de cuatro (O Pereiro, A Vilavella, Santigoso y A Esculqueira), pero el regidor, Rafael Pérez (BNG), explica que no se han adherido al convenio con la Xunta de limpieza de franjas secundarias porque lo ve "poco claro". "No lo ve claro prácticamente nadie, ni los alcaldes del PP", sostiene.

Por el momento, aquí se realizan tareas de desbroce con recursos propios como el uso de tractores, mientras se prevé contratar dos brigadas municipales en los próximos días. De tal forma, llama a "redefinir" el convenio para "corregir lagunas" con el fin de poder sumarse. Pone de ejemplo una finca abandonada en zona de riesgo cuyos propietarios están en Argentina. "¿Cómo notificas, cómo ejecutas, a quién le cobras?", se pregunta.

Y es que el regidor de A Mezquita censura que el Gobierno gallego "esquiva su responsabilidad" con este acuerdo, porque "no puede mirar para otro lado echando encima de los ayuntamientos ese muerto", pues un municipio como el suyo, de poco más de un millar de habitantes, "no cuenta con medios humanos ni materiales ni económicos".

Con todo, explica que las zonas que más arden en el municipio están alejadas de los núcleos habitados, y "donde hay casas normalmente hay huertas y zonas trabajadas". "Tenemos muchísimos incendios pero es raro" que lleguen a viviendas, explica.

"Los vecinos están concienciados de limpiar"

Por su parte, la alcaldesa de Vilariño de Conso, Melisa Macía (PP), ha advertido de que la situación a día de hoy está "como al principio", tras desbrozar las franjas de seguridad contra incendios "a principios de junio", tanto los particulares con el Ayuntamiento con sus propios medios.

Esto es así puesto que, debido al tiempo inestable y a las características propias de Galicia, "lo que se desbrozó ya ha vuelto a crecer", por lo que la regidora preveía "volver" a hacerlo estos días, justo antes del inicio de la temporada de alto riesgo.

En este Consistorio ourensano son tres las parroquias clasificadas como de alta actividad incendiaria en el plan contra incendios forestales (Pladiga) de este año: Chaguazoso, Sabuguido y San Lourenzo.

Macía explica que "los vecinos están concienciados en limpiar" pero lamenta que "lo que ocurra muchas veces" no depende de ellos, que son "los menos interesados" en que ardan sus terrenos, dedicados en parte a pastos para el ganado y con explotaciones apícolas.

Así las cosas, constata que "causa fortuita no hay" para registrar fuegos año tras año, y asegura que los habitantes de estas parroquias "están alerta" y "avisados" del nuevo teléfono dispuesto por la Consellería de Medio Rural para denunciar a presuntos incendiarios de manera anónima.

En estos momentos, además, Vilariño de Conso está a la espera de concretar la renovación del convenio con la Xunta para habilitar dos brigadas municipales contra incendios, compuestas por cinco integrantes, de modo que esta vía "se refuerza" al ver "los últimos años" como "cada vez había más problema".
 

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