El Tribunal Superior prorroga la medida hasta que el Concello tenga el proyecto de demolición

El derribo del edificio de As Caldas se retrasa tres meses

Patio interior del edificio de As Caldas (izquierda) afectado por la sentencia. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El desalojo del edificio del número 36 de la avenida de As Caldas, que tendrá que ser demolido parcialmente, se demorará un mínimo de tres meses más. El Tribunal Superior de Xustiza notificó ayer al Concello que accede a su petición de no evacuar el inmueble en tanto no cuente con un nuevo proyecto de demolición, puesto que el realizado inicialmente no se ajustaba a las características del edificio -fue realizado sin que los técnicos pudieran acceder al interior- y no garantizaba la seguridad de las obras de derribo parcial.
Así las cosas, la institución municipal tiene en marcha un procedimiento para adjudicar la redacción del proyecto y las obras de demolición, teniendo en cuenta en esta ocasión las complicadas características de la obra, que quedan reflejadas en el informe de un catedrático experto en infraestructuras. Las empresas interesadas todavía tienen de plazo hasta el próximo 26 de junio para presentar sus ofertas y tres meses para redactar el proyecto. Esta fase de redacción tiene un presupuesto total de 28.320 euros. Por su parte, la ejecución de la obra, que obligará a los vecinos a residir fuera del edificio, tiene un plazo estimado de duración de 12 meses y un coste de 560.500 euros.

De esta forma, los residentes en el inmueble, de seis plantas, podrán continuar viviendo en el edificio, sobre el que había ya una resolución judicial de desalojo y corte de suministros para el pasado 1 de mayo. La reclamación del representante legal de los vecinos acerca de que el proyecto de demolición no cumplía todas las garantías fue aceptada por el Concello que, a su vez, solicitó del Tribunal Superior de Xustiza una autorización para realizar el desalojo cuando se hubiera redactado un nuevo proyecto.

La demolición de la parte posterior del edificio, hacia un patio de luces se considera técnicamente muy complicada. Es la consecuencia de una sentencia de 1999 que confirmaba otras anteriores que anulaban la licencia municipal del inmueble, concedida en 1987. La irregularidad había sido denunciada por un vecino del edificio de la avenida de Marín con el que forma patio de luces, por no cumplir la normativa vigente con respecto a estos espacios.

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